La mirada de Letizia lo dice todo: así ha tratado a Felipe en la jura de bandera

Letizia está hoy en Zaragoza con su marido, el rey Felipe VI, para vivir un acto muy especial para él. En concreto, le ha acompañado a su jura de bandera, 40 años después de haber llevado a cabo la primera en ese mismo lugar. Lo ha hecho en la Academia General Militar de la ciudad, donde su hija Leonor, con la que se han reencontrado, está formándose a nivel castrense.

Esta cita, asimismo, ha vuelto a demostrar la elegancia de Letizia a la hora de lucir vestuario. Pero también ha llamado la atención por algo: por la mirada que ella ha dedicado a su esposo. Una mirada singular que ha dejado claro que, a pesar de los rumores de crisis, ha estado muy atenta a él y a sus emociones.

Letizia dedica una mirada llamativa a Felipe

Letizia está viviendo hoy una jornada que sabe que es muy importante para Felipe: su nueva jura de bandera. Y es que a él le supone recordar muchos momentos de su juventud. Así como reunirse con los compañeros con los que, hace 40 años, vivió en la citada academia militar y compartió ese instante concreto.

Porque es consciente de lo que significa para su marido, la reina ha dejado una mirada peculiar que ha reflejado lo que sentía. Ni más ni menos que ha demostrado que ella ha estado pendiente en todo momento de él. Ha estado atenta, viéndole reaccionar a todas las emociones que ha sentido, mientras el rey mantenía un rictus especialmente serio.

Eso sí, Letizia y Felipe en ningún momento han dejado muestras de cariño ni de complicidad. Y eso ha llamado la atención de todo el mundo.

Por un lado, esa ausencia de gestos de amor puede ser debida a lo que los rumores indican desde hace tiempo: que están en crisis. Exactamente, desde que Jaime del Burgo, excuñado de ellos, contará que fue amante de ella cuando esta ya se encontraba casada con el rey. Una supuesta situación la que atraviesan, que justificó igualmente que se les viera serios y distanciados en la visita oficial a Máxima de Holanda.

Por otro lado, también es posible que no hayan existido miradas ni muestras cómplices entre ambos porque el acto no lo permitía. Sí, porque es un evento castrense, sujeto a unas normas militares estrictas, que tiene que desarrollarse bajo unos parámetros muy firmes y concretos.

Letizia ha vuelto a estar impecable en su papel

Letizia, sea como sea, lo que sí ha vuelto a demostrar es que sabe desempeñar muy bien su papel como reina. Ha elegido para la ocasión un traje de chaqueta y pantalón en color celeste, para lucir especialmente elegante y sobria, como la ocasión lo merecía.

De igual modo, a pesar de las habladurías que la tienen en el disparadero y que le afectan anímicamente, ha sabido estar en su lugar. Ha estado seria y correcta, sin mostrar emoción, ha cumplido con todas las normas protocolarias y se ha mostrado muy educada. Ha vuelto a dejar de manifiesto que desarrolla profesional e impecablemente el lugar que ocupa, en pro de la monarquía.

Quizás cuando sí habrá estado más sonriente y cercana es cuando se haya reencontrado fuera de cámaras con su hija Leonor. Joven a la que se le ha visto en formación, en el patio de armas de la academia, y ataviada con el uniforme de gala.