La mejor Navidad de Rocío Carrasco y la peor: de Rocío Jurado a su hijo David Flores

Rocío Carrasco nacía en 1977 en una casa con estrella. Ser la hija del boxeador Pedro Carrasco y la cantante Rocío Jurado no debe ser poca cosa. Mucho se ha hablado de su infancia, de su relación con sus padres y de todo lo que sucedió después. La historia de Rocío Carrasco levanta pasiones, batallas y discusiones acaloradas. Lo que queda claro es que sus vivencias de niña fueron especiales, para lo bueno y para lo malo.

Tener unos padres ausentes marca, de eso no hay duda. Rocío Carrasco Mohedano pudo vivir momentos con sus padres y estos  debieron ser de felicidad máxima. Todos recordamos esos días de Navidad de pequeños, junto a nuestras familias y aquellos abuelos que tanto echamos de menos. 

Pues Rocío Carrasco no era menos. Para entenderlo, hay una imagen icónica, publicada en la revista Lecturas en una Navidad de los años 80. Ha llovido bastante, pero por aquel entonces Rocíito no tenía ni 12 años. Era una niña feliz, o eso parece en la fotografía que nos acompaña. 

Vemos a una Rocío Carrasco sonriente, contenta de posar con sus padres y tener a su madre Rocío Jurado a su lado. Destaca la elegancia de Pedro Carrasco, vestido de 21 botones, así como el poder que desprende Rocío Jurado, en un vestido azul impresionante. 

No sabemos el año exacto de la fotografía, pero debe ser entre el 1986 y el 1988. Justo un año después, en 1989 el matrimonio de Rocío Jurado y Pedro Carrasco fracasaba y se separaban. La Navidad de 1988, pues, fue la última que pasaron juntos. Esa Rocío Carrasco vestida de blanco tenía una felicidad pura, de una niña contenta de estar en estas fiestas tan señaladas con sus padres.

Han pasado muchos años. Rocío Carrasco ya no puede disfrutar de sus padres y tampoco pasará la Navidad con sus hijos. Seguro que un día como hoy recordará con mucho cariño esta imagen. El día en que los tres era una familia feliz y posaron junto a su árbol de Navidad para la revista Lecturas.

La peor Navidad de Rocío Carrasco

Si la foto de los años 80 es sin lugar a dudas una de las Navidades mejores para Rocíito, hay otra que no olvidará jamás. Lo contó ella misma en televisión. Ya había tenido a sus dos hijos y se había separado de Antonio David Flores.

Ese 25 de diciembre, Rocío esperaba una llamada de David Flores Carrasco, su hijo pequeño que vivía con su padre. Pasaban las horas y la llamada no llegaba, mientras que Rocío Carrasco intentaba por todos los modos contactar con él. Horas después, se enteraba por su hija, Rocío Flores, que el pequeño estaba en el hospital por una neumonía. Nadie se lo había dicho durante el día.

Rocío Carrasco asegura que estuvo toda la semana al lado de su pequeño, algo que negó Olga Moreno. La verdad solo la sabrán ellos.