Lo que Mari Ángeles Grajal hizo al hijo de Jaime Ostos y no es capaz de perdonarle
Jaime Ostos Jr. expone de la peor manera a Mari Ángeles en con lo que hizo cuando murió su padre y que no es capaz de perdonarle
Jaime Ostos Jr. acapara todos los focos este fin de semana después de haber contado en Telecinco por qué jamás podrá perdonar a Mari Ángeles Grajal.
Y es que tras la muerte de Jaime Ostos, la guerra que se desataba en el clan por la herencia del torero no ha hecho más que empeorar.
Empezando porque los otros hijos de Ostos, y hermanos de Jacobo, acusan a este y a su madre, Mari Ángeles Grajal, de haberles negado el acceso a las pertenencias de su padre.
Es más, Jaime Ostos Jr. denunciaba públicamente que Grajal ni siquiera le había permitido poder despedirse de su padre.
"A mí esa señora no me llamó por teléfono para contarme lo que había pasado, me enteré por un amigo de Costa Rica", sentenciaba muy dolido en ¡De Viernes!
Así, explicaba que su amigo "había visto la noticia en la televisión y me llamó para contármelo, no es cierto que ni esa señora ni mi hermano me llamaran", exponía.
Mari Ángeles Grajal, en pie de guerra con la familia de Jaime Ostos
Aunque lo que más dolió a Jaime Ostos Jr. no fue solo que Mari Ángeles Grajal no le llamara para comunicarle la muerte de su padre, sino que optase por enviarle una dolorosa imagen:
"Yo no pude ir a la misa funeral de mi padre porque había un temporal en Estados Unidos y no había vuelos, pero un amigo me mandó un vídeo de la misa", se ha lamentado Ostos. "Sin embargo, esta señora lo que me mandó fue una foto de mi padre entrando en el crematorio", alegaba.
Algo, que no es capaz de perdonarle y que le dejó completamente marcado. "Eso me sienta como una patada ahí mismo, me dolió mucho, yo hablé con mi padre por teléfono dos días antes, incluso estuvimos hablando de vernos", aseguraba.
Del mismo modo, Jaime es consciente de que su padre ya no estaba para viajar ni para tanto trote. Recordemos que el torero fallecía en Colombia hace ya dos años, donde disfrutaba de unos días de diversión y baile.
"Él ya no estaba para tanto viaje y tanto trote, después del Covid se había quedado mal, mi padre pesaba 40 kilos, pero aunque estuviera muriéndose te decía que se encontraba fantástico pese a no estarlo", ha sentenciado.
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