Esta es la localidad de Barcelona donde vive Lamine Yamal tras dejar La Masía
El joven delantero del Barça sigue con los pies en la tierra, apoyado por su familia y amigos en cada paso
Lamine Yamal, uno de los jóvenes prodigios del FC Barcelona, está viviendo un momento crucial en su carrera. Con apenas 17 años, su vida ha dado un giro vertiginoso: de ser un chico que soñaba con el fútbol, ha pasado a convertirse en una de las promesas más brillantes. Y aunque todo va muy rápido a su alrededor, sigue manteniendo esa chispa de niño que lo hace especial, tanto dentro como fuera del campo.
El nuevo hogar de Lamine Yamal
A pesar de los cambios, Lamine Yamal ha decidido quedarse cerca de su casa: el club que lo ha visto crecer. Ahora vive en Sant Joan Despí, justo al lado de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde entrena a diario. Aunque muchos se habrán imaginado que buscaría una casa en el centro de Barcelona, él ha optado por seguir en una localidad tranquila y familiar.
Este paso de dejar La Masía, el famoso centro de formación del Barça, no fue una decisión sencilla. Desde que llegó al club, Lamine había sido parte del sistema formativo, pero ahora, con su debut en el primer equipo, ha decidido independizarse.
Ya no vive en las instalaciones del Barça, pero eso no significa que haya perdido el contacto con ellos. De hecho, muchos de sus entrenamientos y comidas se siguen llevando a cabo en las mismas instalaciones donde comenzó su andadura.
La vida cotidiana de un joven futbolista
El nuevo piso de Lamine no es solo su refugio después de los entrenamientos, sino también el lugar donde recibe a sus seres queridos. Su primo Moha, que es su chofer personal porque Lamine aún no tiene el permiso de conducir, y su amigo de toda la vida, Sohaib, siempre lo acompañan. Los tres, de Rocafonda, siguen siendo inseparables a pesar de la fama de Lamine.
A pesar de su éxito en el campo, el joven futbolista no ha descuidado a su familia. Durante este tiempo, ha comprado casas tanto para su madre, Sheila Ebana, en Premià de Dalt, como para su padre, Mounir Nasraoui, en Barcelona. A sus 17 años, Lamine ya demuestra una madurez que pocos tendrían a su edad.
El extremo derecho del Barcelona sigue creciendo, tanto como futbolista como persona, mientras disfruta de cada momento junto a sus seres queridos. Sin duda, su historia es solo el principio de lo que promete ser una carrera llena de éxitos.
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