Leonor cumple las órdenes que ha recibido y Pablo Urdangarin sale muy perjudicado

Leonor representa el futuro de la monarquía española y, como tal, debe cumplir con precisión las indicaciones impuestas desde la cuna. A sus 18 años, la heredera al trono tiene sobre sus hombros una gran responsabilidad que le aleja de otros miembros de la familia.

En el lado contrario está Pablo Urdangarin que, pese a ocupar un puesto en el orden de sucesión, goza de mayor libertad. Una posición con la que ha conseguido ganarse el cariño de la gente, incluido el de la prensa. De ahí que la princesa de Asturias haya recibido órdenes expresas de alejarse de él, algo que está cumpliendo de manera estricta.

Leonor y las órdenes que ha recibido: le piden que se aleje de Pablo Urdangarin

Leonor tiene muy claro el papel que desempeña en la Corona y es consciente de que de ella depende el futuro de la institución. La primogénita de Felipe y Letizia continúa centrada en su formación, encaminada únicamente a reinar.

De ahí que haya recibido instrucciones expresas de cómo debe proceder en todas sus apariciones públicas. Algo que le resta naturalidad y que le aleja de esa imagen fresca y renovada que sus padres quieren transmitir. No obstante, su juventud es su mejor baza y en lo que confían para ganarse el cariño de aquellos sobre los que algún día reinará.

Sin embargo, Pablo Urdangarin le ha ganado terrero. Su naturalidad y su cercanía con la prensa han conseguido que el hijo de la infanta Cristina tenga buena fama. Motivo que ha provocado que su prima reciba órdenes de Casa Real de separarse de él y Leonor está cumpliendo de manera estricta.

Pablo no ha estado presente en los eventos más importantes de la princesa de Asturias y hace más de un año que no se ven. Aunque el joven Urdangarin intenta trasladar una imagen de cercanía con ella, lo cierto es que la relación es nula.

En estos momentos, el hijo de Iñaki Urdangarin es su competencia dada la buena fama de la que goza. En cambio, Leonor sigue lo impuesto por la institución y su posición como sucesora no ayuda a que los jóvenes se sientan identificados con ella. Ambos gozan de buena reputación, pero la rigidez de Leonor está muy lejos de la cercanía que transmite Pablo.

Leonor y Pablo Urdangarin, separados por imposición

No solo está en juego la reputación de Leonor y Pablo, también hay otro motivo que ha impedido que los primos tengan relación. En este caso, el foco siempre ha estado puesto en Letizia que, desde el caso Nóos, decidió alejarse de los Urdangarin.

La reina no quería verse salpicada por el escándalo y evitó que fueran vistos y fotografiados juntos. Impuso una distancia entre sus hijas y los de la infanta Cristina que, a día de hoy todavía se mantiene. Lo que ha terminado perjudicando a Pablo, que hace años que no coincide con Leonor.

Para saber cuándo fue la última vez que se vieron, nos tenemos que retrotraer al verano de 2017, cuando coincidieron en Marivent. Tal y como publicó El Mundo, en esa ocasión Letizia permitió que Felipe viajara hasta Mallorca con Sofía y Leonor. Una reunión a la que la reina no asistió y cuya ausencia levantó toda clase de rumores.

Siempre se ha apuntado a la nula relación de Letizia con sus cuñadas, sobre todo con la infanta Cristina. La consorte jamás perdonó la implicación de Urdangarin en el caso Nóos y cómo esto empañó la imagen de la institución.

Razón que la obligó a separar a Leonor de sus primos para proteger y preservar su futuro como sucesora. Con 18 y 23 años respectivamente, la princesa de Asturias y Pablo llevan vidas muy distintas que han ayudado a aumentar el distanciamiento.

Mientras Leonor continúa con su formación militar, el hijo de Iñaki está centrado en su equipo de balonmano. Lo que le favorece para mostrarse cercano y tener más visibilidad que su prima, cuya proyección pública solo se da en los actos institucionales.

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