Íñigo Onieva pone un apodo a Isabel Preysler que llega a oídos de Tamara Falcó
Íñigo Onieva metió la pata hasta el fondo en el momento en el que puso un sobrenombre a su suegra
Si hablamos de un novio que no ha parado de meter la pata en el día de su boda, se nos vienen indiscutiblemente a la cabeza la imagen de Íñigo Onieva. Entendemos que los nervios, y más cuando se trata de una ocasión tan especial, pueden jugar una mala pasada, pero, al final, no dejan de ser errores irremediables.
También somos conscientes de que, seguramente, Íñigo Onieva tenía mucha presión por causar muy buena impresión a su familia política después de todo lo que se lio cuando salieron a la luz sus infidelidades.
Está claro que el ahora marido de Tamara Falcó vio la gran oportunidad de enmendar sus errores y qué mejor manera de hacerlo que acercarse a los seres queridos de su mujer. ¿Su táctica? Ponerle un apodo cariñoso a la mismísima ‘Reina de Corazones’, su suegra.
Y, pese a que Íñigo Onieva le puso a la socialité este sobrenombre con todo el cariño, lo cierto es que, al parecer, causó el efecto contrario porque a ella no le habría hecho ni pizca de gracia.
Íñigo Onieva: su nueva metedura de pata que salpica a Isabel Preysler
Como hemos explicado antes, la emoción y los nervios del momento pueden ser catastróficos si no los llegas a controlar. Y esto es lo que precisamente le sucedió a nuestro querido Íñigo Onieva cuando tuvo que dar un discurso en el momento del brindis de su boda.
El ingeniero, para expresar completamente su gratitud hacia su suegra, se le ocurrió que era ideal referirse a ella como “Isa”, un apodo que nunca antes le habían puesto, ni siquiera sus parientes más cercanos.
Pero, el caso es que Íñigo Onieva, en el momento de pronunciar este apodo —terrorífico para Preysler—, ella inmediatamente puso un semblante de pocos amigos, según aseguraron en Ya es mediodía. Y, el hermano de Alejandra Onieva, para salvar la situación, dio el siguiente paso:
“La cara que le dedicó a su yerno… Él se puso de los nervios y le pidió perdón”, contó Isabel Rábago.
No obstante, lejos de acabar con las meteduras de pata, vino otro incidente: la parte en la que Íñigo Onieva volvió a pedir perdón (después de muchos) a su familia política por sus “errores del pasado”.
“Querida familia política, os quiero pedir perdón de nuevo. Sé que en la pedida dijimos que el pasado se queda en el pasado, que miramos en el futuro, pero os he hecho sufrir por mis errores”, fue lo que dijo.
Unas palabras que, tal y como aseguró Rábago, fueron la guinda del pastel para la exmujer de Julio Iglesias. “Estaba histérica. La frialdad durante la ceremonia de la madre de la novia con su ya yerno fue el comentario de todos”.
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