Enrique Ponce, señalado: desvelan qué dijo la primera vez que vio a Paloma Cuevas

Enrique Ponce ya no se esfuerza en esconderse y ha reconocido que su historia con Paloma Cuevas fue 100% real. Cuando se conocieron Paloma era una de las damas más deseadas de la alta sociedad y Enrique se enamoró de ella nada más verla. Se cruzaron por primera vez en el restaurante del hotel La Perdiz de La Carolina (Jaén).

Enrique Ponce, cuando vio a Paloma, preguntó: "¿Quién es esa chavala tan guapa?". Fue el principio de una relación que ha durado más de dos décadas. Este fin de semana se cumplen 30 años del romance y es un buen momento para recordar cómo empezó todo.

Enrique dejó de hablar de Paloma Cuevas durante un tiempo para no tener problemas con ella. Pero ahora está dando entrevistas para promocionar su nuevo proyecto profesional y no se molesta en negar que fue una persona importante en su vida. Las investigaciones apuntan al torero: se enamoró perdidamente de la diseñadora, aunque este sentimiento terminara apagándose.

Enrique está preparando su despedida el 17 de mayo en Nimes, está concentrado en esta tarea y no quiere más conflictos. "Pasé diez años, mil corridas sin que me hiriese un toro. De pronto dos cornadas me llevaron a las puertas de la muerte", ha comentado este domingo.

Enrique Ponce 'sobrevivió' gracias al padre de Paloma Cuevas

Paloma Cuevas es una institución dentro de la crónica social, pero su padre también ocupa un papel fundamental en el mundo del toro. Tanto es así que fue el encargado de ayudar a Enrique a salir adelante. Ponce llegó a lo más alto gracias a su ayuda, de hecho siempre han disfrutado de una relación estupenda.

El actual novio de Ana Soria insiste en que, a pesar de decir adiós a las plazas de toros, siempre llevará en el alma su profesión. "No habrá corte de coleta. Nací torero y moriré torero", ha declarado en Las Provincias.

Está previsto que Ana presencie alguna corrida de Enrique, aunque de momento no hay ninguna fecha confirmada.

Señalan a Enrique Ponce

Para entender la historia de desamor entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas es necesario señalar al torero. Fuentes cercanas aseguran que siempre se mostró muy interesado por ella. Después de verla en el citado restaurante volvieron a coincidir en Colombia y fue allí cuando le pidió el número de teléfono.

Paloma transmitía tal energía que Enrique no se atrevió a contactar con ella hasta 1993. A partir de ese momento comenzaron una relación que duró 25 años. Antes de nada, Ponce le pidió la mano de Cuevas a Victoriano: "Maestro, voy con la mejor de las intenciones, porque quiero que llegue a ser la madre de mis hijos".