Ana María Aldón y Raquel Bollo tienen el mismo problema, pero con una gran diferencia

Ana María Aldón está en el punto de mira después de que hayan destapado el gran secreto de su negocio de ropa. Y es que, al parecer, la diseñadora estaría comprando las prendas que vende en el polígono Cobo Calleja en Fuenlabrada. Es decir, en un gran almacén chino.

Una situación a la que también se enfrentó Raquel Bollo con su tienda, pero con una gran diferencia. Y es que Bollo sí que pudo tomarse la justicia por su mano, mientras que en el caso de Aldón tiene un gran problema al trabajar en Telecinco.

Así, la propia cadena habría traicionado a Ana María Aldón, destapando la estrategia que sigue a la hora de vender. Algo, que seguramente no le habrá sentado nada bien y ante lo que no podría tomar medidas legales, tal y como hizo Raquel Bollo.

Sobre todo, porque el programa en el que soltaron la noticia, Así es la vida, pertenece a la misma productora donde trabaja Aldón. Es decir, que lo tiene bastante complicado para defenderse.

"Aquí hay una tienda en la que te cambian las etiquetas. Lo deja en la bolsa y le dice a mi jefe: '¿Oye puedes llevarlo ahí?' Y se lo lleva", destapaban al respecto.

"Los chinos saben todo. Nosotros tenemos miles de clientes, viene mucha gente hasta de Irlanda". 

Ana María Aldón, ante el mismo problema que Raquel Bollo

Del mismo modo, la propia Aldón también vendía su ropa en Vinted. "Hay mucha gente que tiene línea de ropa que sabemos de dónde procede", destacaban en el programa.

Mientras que, en el caso de Raquel Bollo, su situación se complicaba todavía más. Y es que en Sálvame aseguraban que llegó a vender ropa usada. 

"Era habitual que un día se pondría algo para llevar al programa y luego lo vendiese sin lavarlo", contaban. Algo, que llevaba a Bollo a tomar medidas legales contra el programa por injurias y calumnias contra su persona y que podrían perjudicar seriamente su negocio.

Aunque, si en algo coinciden tanto Bollo como Ana María Aldón, es que compraban las prendas muy baratas, para venderles a un precio bastante superior. "Podíamos comprar un vestido por 8 euros y venderlo por 80", la acusaban.

A raíz de ese episodio, junto con otros muchos en los que Bollo se sentía atacada, la que fuese colaboradora de Telecinco decidía emprender acciones legales.

"La productora vulneró su derecho al honor al entender que todas las informaciones difundidas en el programa televisivo Sálvame carecían de veracidad siendo totalmente injuriosas y denigrantes", advertía. 

Así, recientemente condenaban a Telecinco a pagarle nada menos que 160.000 euros por vulnerar su derecho al honor.