Joan Laporta consigue hacer enfadar a casi todo el mundo

Joan Laporta encabezó recientemente un evento del FC Barcelona destinado a homenajear a varios socios destacados del club. Durante la ceremonia, la directiva reconoció la dedicación a lo largo del tiempo de un grupo de aficionados hacia la entidad azulgrana. 

Uno de ellos fue Jordi Pujol, quien ocupó la presidencia de la Generalitat de Cataluña desde 1980 hasta 2003. El político, ahora de 93 años, fue distinguido por el líder culé con la entrega de la insignia de oro y brillantes en un gesto significativo de reconocimiento.

Reconocimiento de Joan Laporta a Jordi Pujol

En la ceremonia llevada a cabo en el Auditori 1899 del Camp Nou, Laporta expresó su gratitud hacia estos socios por su compromiso, especialmente en un período crítico para el club. Es relevante recordar que estos socios se unieron durante la posguerra, un tiempo en el que la continuidad de la entidad estuvo en riesgo.

Tras la ceremonia, en un ambiente relajado, Jordi Pujol compartió que su primer encuentro con el Barça fue en 1936. Concretamente, durante una semifinal de la Copa justo antes del estallido de la Guerra Civil.

A su lado, el presidente Laporta rememoró el momento en que Hristo Stoichkov lo hizo saltar de alegría en el balcón de la Generalitat. Justo tras la victoria en la Copa del Rey en 1997. Pujol reflexionó sobre su relación con el club, destacando: “El Barça me ha hecho sufrir mucho y también me ha brindado muchas alegrías”.

Polémica alrededor de Jordi Pujol

Jordi Pujol, figura destacada en la política catalana, se vio envuelto en una notable controversia en 2014. Admitió públicamente la existencia de una fortuna no declarada en el extranjero, mantenida durante más de tres décadas. Este escándalo financiero generó un fuerte revuelo social, afectando significativamente la reputación del expresidente de la Generalitat de Cataluña. 

La confesión de Pujol sobre la existencia de cuentas en paraísos fiscales y la posesión de una herencia no declarada provocaron un impacto considerable. Sobre todo, en la esfera política catalana. La revelación condujo a investigaciones judiciales y sanciones legales.

Críticas a Joan Laporta

Tras la entrega del premio a Jordi Pujol durante el evento encabezado por Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona se ha visto envuelto en una lluvia de críticas. Tanto sectores independentistas como no independentistas han expresado su descontento y desaprobación. Señalando que está asociado a controversias financieras y ha sido una figura polarizante en la política catalana.

Los críticos independentistas argumentan que Pujol, a pesar de su histórico papel en la autonomía catalana, ha estado vinculado a escándalos afectando la imagen del movimiento independentista. Por otro lado, los no independentistas cuestionan la elección de Laporta de premiar a una figura política envuelta en problemas legales y éticos, considerando que podría afectar la reputación del club.

Este gesto de Laporta ha suscitado un debate en la sociedad catalana, reflejando las tensiones políticas y las diferentes perspectivas que existen en torno a figuras públicas con trayectorias controvertidas. 

Laporta y el independentismo catalán

Joan Laporta ha sido una figura pública con una conexión destacada en el ámbito del independentismo catalán. Durante su primera presidencia en el FC Barcelona entre 2003 y 2010, Laporta se caracterizó por su postura clara a favor del derecho a decidir de Cataluña. 

También incursionó en la política al fundar Democràcia Catalana (DCat) en 2010. Este partido político, de alcance catalán, tenía como objetivo la independencia de Cataluña. Logró obtener un diputado en el Parlamento de Cataluña el mismo año y un concejal en el Ayuntamiento de Barcelona en 2011. Ambos cargos los ocupó el propio Laporta.

Actualmente, en su segundo mandato como presidente del FC Barcelona, continúa manteniendo una notable presencia en el activismo político independentista. Más allá de su liderazgo en el ámbito deportivo, Laporta ha persistido en su compromiso con la causa separatista catalana.

Su doble rol, tanto en la gestión del club como en la defensa de la autonomía catalana, genera un escenario donde el deporte y la política se entrelazan de manera significativa. Sin embargo, su relación con el independentismo también ha sido objeto de críticas y controversias. Algunos sectores consideran que la fusión entre el deporte y la política puede generar tensiones innecesarias.