El Barça post-Copa: ¿reto imposible?

El Barça confirmó en San Mamés todo lo apuntado en Sevilla. Todo lo bueno y todo lo negativo.

El equipo mantuvo la misma línea ascendente del Villamarín y fue un equipo reconocible a la hora de buscar las situaciones de juego donde es capaz de generar ventajas. 

El medio campo volvió a ser el eje central de un bloque que necesita dominar en esa zona para reconocerse en el juego. Gundogan, De Jong y Pedri fueron capaces, durante algunas fases, de manejar el ritmo del partido.

Otra cosa es la continuidad, la regularidad y la constancia para someter al contrario en esa zona. Ahí el Barça volvió a demostrar que todavía es un bloque inconsistente e irregular.

En defensa, los de Xavi volvieron a dejar momentos de desconexión en los inicios de cada parte dentro de un nivel general bueno y consistente. No alcanzó con esa para lograr un rendimiento acorde a lo que necesita el equipo.

En ataque, la mejor noticia fue, sin duda, la consolidación de Lamine como un recurso ofensivo como hace mucho tiempo que no tiene el Barça. Desequilibrante, imaginativo, paciente para encontrar su momento y muy lúcido en la toma de decisiones. Nos dejó un golazo “déjà vu”.

Estuvo muy cerca de evitar la prórroga, brillante salvo en la definición.

Delante, un Athletic en su templo, en su competición, en su ambiente …. Es mucho Athletic como viene mostrando esta temporada con el Txingurri. Los vascos son un equipo frenético en las transiciones, agresivo en la presión, desequilibrante por fuera, solvente con el balón y con una gran capacidad para llegar de forma constante a zonas de remate tras centro o desequilibrio por banda.

Todas estas virtudes se multiplican como local. Sabe el histórico club bilbaíno que la Copa es su billete con más posibilidades de encontrar el premio de un Título. 

La prueba que tenía tras el sorteo el equipo Blaugrana era, en definitiva, de un calibre muy superior al reto de Sevilla. Se demuestra en el resultado y en cómo acabó pasándole factura física al equipo el tiempo suplementario.

El Barça, como el Athletic, visualizaba este mes de enero como clave para conseguir la Supercopa y acercarse a la Copa, como los Títulos más factibles. Esas posibilidades han volado en pocos días y ahora quedan dos retos mayúsculos. Demasiado tal vez para el nivel de este equipo.

Encadenar victoria tras victoria en Liga para conseguir el “sorpaso” o vencer 4 eliminatorias   con los “cocos” en Europa. Eso es lo que le queda al Barça y a Xavi para conseguir algo que ahora mismo estaría fuera del radar del aficionado más optimista.

¿Imposible? Veamos.