Aitana Bonmatí y los problemas de cuando era una niña que ha contado ahora

Aitana Bonmatí está viviendo su mejor momento, es una de las estrellas del Barça y de la selección. Este año ha ganado la Liga, la Champions, la Supercopa, el Mundial y el Balón de Oro. Y no solo esto, ha sido MVP del Mundial, de la Champions, de la final de la Supercopa y la mejor del año para la UEFA.

Además, este lunes ha sido reconocida como la mejor jugadora catalana por la Federación Catalana de Futbol. Un premio que, según indicó, es el premio que más ilusión le hace. "Es el que más ilusión me hace, porque llevo Cataluña siempre en el corazón", indicó.

No hay duda que se ha convertido en toda una inspiración, especialmente para aquellas niñas que sueñan con convertirse, algún día, en grandes futbolistas. Ahora bien, detrás de la figura de Bonmatí, hay mucho esfuerzo y sacrificio. Tal y como ella ha explicado en varias ocasiones, su infancia no fue fácil.

Aitana Bonmatí revela lo más íntimo sobre su infancia

Aitana Bonmatí se encuentra en un buen momento profesional, pero lo cierto es que esconde muchos secretos fuera de los terrenos de juego. Sus apellidos o sus aficiones son algunas de sus curiosidades más escondidas.

Además de jugar al fútbol, está estudiando la carrera de Ciencias de la Actividad Física, para cuando cuelgue las botas como deportista de élite. Algo que también cabe destacar de Aitana Bonmatí es como fue su infancia, una infancia feliz, pero también complicada, según ha indicado en varias ocasiones.

En una entrevista para El País, desvelo por qué de pequeña era "fría y dura". "Mi infancia no fue fácil porque yo era la única niña en un mundo de hombres, y las peleas, los insultos que recibía, creo que me los guardaba, no era capaz de sacarlos y simplemente me ponía una coraza".

Así, antes de convertirse en una figura mundial, Aitana Bonmatí tuvo que sufrir "insultos" por parte de muchos hombres que no entendían que una mujer pudiera jugar al futbol. Sin embargo, la catalana también ha dicho en varias ocasiones que, desde que empezó a jugar al futbol en Sant Pere de Ribes, soñaba en grande.