Llega el día más agridulce de Charlène de Mónaco: destapan la verdad sobre Alberto II

Charlène de Mónaco celebra mañana junto a su marido, el príncipe Alberto II, su aniversario de boda. Han pasado ya 13 años desde que la que fuera nadadora olímpica pasara a formar parte de la familia real monegasca. Un enlace que algunos llegaron a calificar como matrimonio concertado y en el que hubo hasta algún intento de fuga por parte de la novia.

En su camino a convertirse en princesa Charlène se sentía “insegura” y “aterrorizada”. La pareja se comprometió en 2010, cinco años después de que Alberto accediera al trono. Antes de la boda, según trascendió, ella hizo un primer intento de fuga cuando se desplazó a París para probarse su vestido de novia.

La princesa se refugió en la embajada de su país en la capital francesa, tal y como publicó el Jounal du dimanche. Poco después repitió su intento de desaparecer durante el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco.

La princesa Charlène nunca tuvo claro su matrimonio

Finalmente, llegó a publicarse que las autoridades le habían confiscado el pasaporte cuando se dirigía al aeropuerto de Niza. Fue en ese momento cuando la convencieron de que siguiera adelante con el matrimonio.

Lo cierto es que la novia tenía razones para pensárselo. Por aquel entonces, su futuro marido se encontraba envuelto en un escándalo sobre un supuesto hijo secreto, que se sumaba a los dos que ya tenía reconocidos: Alexandre y Jazmin.

En el aniversario de boda que mañana se cumple pudimos ver a la esposa de Alberto de Mónaco romper a llorar en el altar. Un enlace al que acudieron numerosos miembros de la realeza europea así como rostros populares.

Años después, Charlène de Mónaco de nuevo se convirtió en noticia al desaparecer durante una larga temporada en el continente africano. Una ausencia que Alberto justificó por motivos laborales. “Iba a Sudáfrica a reevaluar el trabajo de su fundación allí y a tomarse un poco de tiempo libre con su hermano y algunos amigos”, explicaba el príncipe.

Estas explicaciones no lograron aclarar los rumores sobre los problemas en el matrimonio. Aquel viaje, que en principio iba a durar 10 días, finalmente tuvo una duración de seis meses. La princesa se sometió allí a tres operaciones en las que el hermetismo oficial fue la tónica dominante.

Lo cierto es que durante este tiempo la pareja sigue ocupando titulares. Más allá de las informaciones sobre sus problemas matrimoniales, los escándalos financieros que sacuden Mónaco han provocado que Alberto haya despedido a algunos de sus más fieles colaboradores.

Hay quien atribuye todas estas desgracias a una antigua maldición que pesa sobre los Grimaldi. Esta cuenta que uno de los antepasados de Alberto, un gobernante ciertamente sanguinario, recibió una maldición por parte de unos monjes. Un juramento que condenaba a sus descendientes, quienes nunca tendrían un matrimonio feliz y que siempre tendrían problemas para producir herederos legítimos.

La maldición que pesa sobre los Grimaldi desde hace siglos

Mito o realidad, lo cierto es que a la vista están los hechos. Grace Kelly, madre de Alberto, falleció en un accidente de coche cuando tenía 52 años. Un dato al que hay que sumar la desgracia que acompañó a la princesa Carolina quien se quedó viuda muy joven. O la tumultuosa vida sentimental de Estefanía, la menor de las hermanas de Alberto.

Hoy 13 años después del enlace entre Alberto II y Charlène, son muchas las incógnitas que rodean a la pareja. Hace ahora un año el Palacio de Mónaco felicitaba a los príncipes en su aniversario a través de Instagram con una imagen de ambos en actitud muy cómplice. Habrá que esperar para ver, en 2024, cuál es el gesto con el que la casa real monegasca felicita al príncipe y su actual esposa.