Malas noticias para los pensionistas: Hacienda les quitará un gran dineral por esto

La jubilación, tras años de trabajo, trae consigo la realidad de que los jubilados en España no están libres de obligaciones fiscales. Las pensiones, principal fuente de ingresos para la mayoría de los jubilados, están sujetas a retenciones por parte de Hacienda.

Y esto significa que, aunque sus pensiones crezcan para ajustarse a la inflación, una parte de ese aumento será absorbido por los impuestos. Un hecho que afecta directamente la cantidad neta que reciben mensualmente. 

Retenciones según los tramos de pensión

Las retenciones de las pensiones son progresivas, lo que significa que cuanto mayor sea la pensión, mayor será el porcentaje de retención aplicado. Este sistema busca que la contribución sea equitativa según los ingresos de cada jubilado.

El porcentaje de retención varía en función de los ingresos anuales del jubilado. Se ha establecido un esquema progresivo en el que se incrementa la retención conforme aumenta el nivel de la pensión:

• Pensiones hasta 12.000 euros anuales: Los jubilados que reciben hasta 1.000 euros mensuales, es decir, 12.000 euros anuales, enfrentan una retención mínima del 1%. Aunque es el porcentaje más bajo, para las personas en esta franja, cualquier reducción en sus ingresos puede suponer un dolor de cabeza.
• Pensiones entre 12.001 y 18.000 euros anuales: En este caso, los jubilados que ganan entre 1.000 y 1.500 euros mensuales tienen una retención del 2,61%. Aunque el porcentaje es moderado, comienza a sentirse una mayor presión fiscal.
• Pensiones entre 18.001 y 24.000 euros anuales: Con ingresos de entre 1.500 y 2.000 euros al mes, la retención alcanza el 8,69%. Aquí el impacto es más evidente, ya que los jubilados pierden una porción significativa de sus ingresos.
• Pensiones entre 24.001 y 30.000 euros anuales: Quienes reciben entre 2.000 y 2.500 euros al mes tienen una retención del 11,83%, destinando casi una octava parte a impuestos. 
• Pensiones a partir de 30.001 euros anuales: Los jubilados con ingresos superiores a 2.500 euros mensuales enfrentan una retención del 15,59%, el porcentaje más alto en este esquema. Aunque estos jubilados cuentan con pensiones más elevadas, la cantidad retenida también es considerable, lo que puede afectar sus finanzas.

Consecuencias para los jubilados

Las retenciones aplicadas a las pensiones suponen una carga significativa para los jubilados, especialmente aquellos con ingresos limitados. Los jubilados con pensiones bajas pueden verse obligados a hacer sacrificios, recortando gastos esenciales o posponiendo compras importantes. En casos extremos, estas decisiones pueden comprometer su bienestar o incluso su salud, al no poder hacer frente a ciertos gastos médicos o necesidades básicas.

Para quienes reciben pensiones más elevadas, aunque la retención también es alta, su situación económica les permite adaptarse con mayor facilidad. No obstante, muchos jubilados de este grupo consideran injusto que, tras una vida de contribuciones y trabajo, vean cómo una parte considerable de sus ingresos es absorbida por los impuestos.