La novedad de Hacienda que puede llegar en unos meses y alegrará a muchos autónomos
Se trata de una medida que Hacienda se lleva planteando mucho tiempo, pero que todavía no ha podido ser aprobada
Desde hace varios meses, el Ministerio de Hacienda ha estado evaluando la posibilidad de introducir el IVA franquiciado para los autónomos en España. Una medida que ha generado un considerable interés y debate en el sector.
A pesar de que las negociaciones ya se han llevado a cabo, la propuesta aún no ha sido aprobada. Sin embargo, sigue siendo una prioridad en la agenda de Hacienda y podría implementarse en un futuro cercano.
¿Quiénes se beneficiarían?
El IVA franquiciado es un sistema que exime a los pequeños empresarios y autónomos de la obligación de repercutir y declarar el IVA en sus operaciones. Siempre y cuando no superen un determinado umbral de facturación anual.
Esta implementación tiene como objetivo simplificar las obligaciones fiscales de los autónomos y reducir la carga administrativa que enfrentan.
Inicialmente, Hacienda había planteado la posibilidad de implantar este sistema en 2025. No obstante, diversos factores, incluyendo la necesidad de un análisis más profundo y la búsqueda de consenso entre las diferentes partes, han retrasado su aprobación.
A pesar de estos retrasos, fuentes cercanas al Ministerio aseguran que la medida sigue siendo una prioridad. Podría ser implementada en un futuro no muy lejano.
La introducción del IVA franquiciado de Hacienda ha sido recibida con opiniones divididas. Por un lado, muchos autónomos y pequeñas empresas ven con buenos ojos esta novedad. Podría simplificar sus obligaciones fiscales y reducir sus costes operativos.
No todo es bueno
Por otro lado, algunos expertos advierten sobre posibles efectos negativos, como la competencia desleal y la reducción de ingresos fiscales para el Estado. Además, ciertos expertos apuntan que tiene su lado menos bueno.
El IVA franquiciado de Hacienda eximiría a los autónomos de repercutir y declarar el IVA en sus operaciones. Siempre y cuando no superen un umbral de facturación anual de 85.000 euros.
Sin embargo, esta medida tiene sus desventajas. Los autónomos no podrían deducir el IVA soportado, lo que podría perjudicar a aquellos con muchos gastos empresariales. En estos casos, sería necesario evaluar si acogerse al nuevo régimen realmente compensaría.
Además, los ingresos del negocio no podrían superar en más de un 10% el tope establecido de 85.000 euros al año. Aunque inicialmente se planteó su implementación para 2025, la medida aún no ha sido materializada, pero sigue en el plan de Hacienda y podría llegar pronto.
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