Giro de 180º con los alquileres: la nueva ley que todos los inquilinos deben conocer
Descubre la nueva ley de alquileres y cuáles son las principales novedades que va a traer al mercado inmobiliario
Si has estado en el mercado de alquiler últimamente, sabes que los precios no dan tregua. Sin embargo, hay algunos cambios importantes que es mejor que conozcas. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) ha sufrido una modificación significativa, que cambiará las reglas del juego.
Y es que el Gobierno ya no sabe cómo cumplir con las espectativas de sus votantes. A pesar de las decisiones que ha ido tomando, no parece que los precios vayan a bajar a corto plazo. Lo que sí que se consigue es tensionar aún más un mercado ya de por sí bastante afectado.
¿Qué es la renovación automática?
Uno de los cambios más relevantes es la renovación automática de los contratos de alquiler. Los contratos que duren menos de cinco años (o siete si el propietario es una empresa) se renovarán de forma anual. Si el inquilino no comunica su intención de no renovar 30 días antes del fin del contrato, este se prorrogará automáticamente cada año hasta un máximo de tres.
A pesar de las críticas recibidas por este enfoque, el Gobierno defiende que esto proporcionará más tranquilidad a los inquilinos. A pesar de que esta tranquilidad la tendrán que 'asumir' los propietarios de los inmuebles. Los arrendadores, pues, tendrán que comunicar con suficiente antelación qué piensa hacer con su inmueble.
Excepciones y derechos del arrendador
De todas formas, existen situaciones en las que el dueño puede decidir no renovar. Por ejemplo, si necesita la vivienda para él o para un familiar de primer grado, debe avisar con al menos dos meses de antelación. Si, al cabo de tres meses desde la finalización del contrato, el propietario no ocupa la vivienda, el inquilino tendrá derecho a reclamar su regreso o a pedir una indemnización.
Por otro lado, si el inquilino no paga el alquiler o realiza actividades ilícitas en la vivienda, el dueño tiene el derecho de rescindir el contrato y emprender acciones legales. En estos caso, el arrendador puede iniciar un proceso de desahucio, lo que resultaría en la pérdida de la vivienda y en un historial negativo para el inquilino.
La nueva ley de alquileres supone un cambio importante en el mercado del alquiler. Han sido muchas las promesas que, tanto inquilinos como arrendadores, han recibido en los últimos años. Habrá que ver cuáles son los efectos de esta nueva ley, pero todo indica que sus efectos van a perjudicar, más que ayudar.
Más noticias: