Sorpresa de Seguridad Social a los autónomos de toda España: el cambio que se viene
Los autónomos tendrán que hacer frente a un nuevo sistema de facturación que en principio busca simplificar gestiones
Los autónomos en España se enfrentan a un cambio significativo en su manera de facturar. Desde el Ministerio de Economía han anunciado que las facturas en formatos tradicionales como PDF, Word o Excel, tan populares entre los trabajadores por cuenta propia, serán prohibidas. Esta medida, que podría implementarse entre 2025 y 2026, tiene como objetivo impulsar la digitalización y mejorar la eficiencia en los procesos administrativos.
Actualmente, muchos profesionales por cuenta propia recurren a este tipo de sistemas debido a su simplicidad y facilidad de uso. Sin embargo, estos documentos presentan limitaciones en términos de seguridad, control y automatización de procesos. Por esta razón, el gobierno busca reemplazarlos por sistemas de facturación electrónica más avanzados y seguros.
La nueva normativa estipula que las facturas deberán emitirse en formatos estructurados. Es el caso del XML del CEFACT/ONU, los mensajes UBL según la norma ISO/IEC 19845:2015, el mensaje EDIFACT de factura conforme a la norma ISO 9735, o el sistema Facturae.
Objetivos y beneficios de la nueva normativa
La transición a la factura electrónica persigue varios objetivos importantes:
- Mejora de la transparencia y control. La facturación electrónica permite un seguimiento más riguroso de las transacciones comerciales, lo que reduce el fraude fiscal y mejora la transparencia.
- Automatización y eficiencia. Estos sistemas facilitan la automatización de procesos administrativos, reduciendo significativamente el tiempo y los costos asociados a la gestión de facturas.
- Seguridad de la información. Los formatos electrónicos son más seguros que los PDFs, ofreciendo una mejor protección de los datos sensibles de empresas y consumidores.
Cuándo se producirán los cambios
Aunque aún no se ha especificado una fecha exacta para la entrada en vigor de esta prohibición. Se espera que el cambio se implemente de manera gradual. Para facilitar la transición, el gobierno ha anunciado programas de formación y ayudas económicas destinadas a los autónomos y pequeñas empresas.
El Ministerio de Economía asegura que se proporcionará un período de transición adecuado para que todos puedan adaptarse a los nuevos requisitos. Las empresas con una facturación anual superior a ocho millones de euros tendrán un año para adaptarse, mientras que las que facturen menos tendrán dos. Todo hace indicar que las primeras variaciones se acometerán entre 2025 y 2026.
Otro cambio relevante que se avecina es la introducción del régimen de IVA franquiciado en 2025. Este régimen permitirá a los autónomos con ingresos anuales inferiores a 85.000 euros quedar exentos de presentar declaraciones trimestrales de IVA. Sin embargo, implica que no podrán deducir el IVA de sus compras y gastos, lo cual podría ser desventajoso para aquellos con gastos significativos.
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