A veces a algunos alimentos se les atribuye el concepto de “superalimento” por los numerosos beneficios que ofrecen respecto a otros alimentos. Yo no acabo de estar de acuerdo con este concepto, ya que suelen ser alimentos algo extravagantes y hay otros más comunes que cumplen con lo mismo.
Pues bien, dentro de este concepto que os comento, se ha colocado muchísimas veces a las semillas de chía, y cada vez son más las personas que las consumen.
Las semillas de chía tienen muchos beneficios
Las semillas en general suelen tener propiedades beneficiosas para la salud, pero concretamente las de chía:
Son ricas en fibra, proteínas, Omega 3 y antioxidantes
Mejoran la digestión
Aportan saciedad
Regulan los niveles de azúcar en sangre
Mejoran la salud cardiovascular
Disminuyen el colesterol y los triglicéridos
Consejos para incorporar las semillas de chía
Estas semillas provenientes del centro y sur de México y Guatemala se pueden consumir enteras o molidas. Cuando entran en contacto con un medio acuoso, tienen una textura mucilaginosa, parecida a la de un gel. Se puede incluso ver como una membrana alrededor de las semillas.
Es importante saber que el germinado, remojo, fermentación y molerlas, ayudará a mejorar la biodisponibilidad de los nutrientes de las semillas de chía muchísimo más que si están enteras. Además, tampoco podemos calentarlas por encima de los 90 ºC.
Recetas para añadir las semillas de chía
Conociendo los datos anteriores, veamos como podemos incorporarlas fácilmente a nuestros platos diarios:
Pudding de chía. Ya sea con leche o bebida vegetal, pondremos las semillas de chía y las dejaremos enfriar al menos 4 horas. Veréis como su textura es como un gel. Podremos incorporarle fruta, yogur, granola…
Ensalada con chía. Solamente hay que triturar las semillas y espolvorearla.
Yogur con chía. Parecido al pudding, ya que el efecto será el mismo.
Barrita con cereales y chía. Será ideal para aumentar el aporte calórico.
En pan. Se puede añadir las semillas en cualquier producto de repostería.
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