La pesadilla de dos colegios de Barcelona: conviven entre toxicómanos y jeringuillas
Hay un barrio de Barcelona que ya no puede más y pide más presencia policial para acabar con las drogas en las puertas de centros educativos
En el corazón del barrio Raval, el Instituto Miquel Tarradell y la Escola Milà i Fontanals luchan contra la persistente amenaza de los narcopisos.
Esta práctica ha afectado y afecta a estos centros educativos desde hace años. La proximidad de puntos de venta de drogas ha llevado a que los consumidores se concentren en esta área.
Todo ello, creando una situación incómoda y peligrosa para los estudiantes. También para el personal de las escuelas. Uno de los episodios más preocupantes ocurrió en 2017, cuando profesores de la Escola Milà i Fontanals encontraron jeringuillas frente a las puertas del colegio.
Un episodio crucial de jeringuillas y entorno escolar en 2017
Fue a las 16:30 horas de la tarde, momento en que los niños salían del centro educativo. Esta realidad incómoda persiste, y según la directora del Instituto Miquel Tarradell, Verónica Santos, se ha intensificado en los últimos tres meses.
La respuesta actual ante estos incidentes implica la llamada al 112, que envía asistencia de inmediato para retirar a los consumidores y recoger las jeringuillas. Aunque esta medida es efectiva a corto plazo, no resuelve el problema de fondo.
Tampoco evita que estas situaciones se repitan. Además, la recolección de jeringuillas por parte del Ayuntamiento de Barcelona no ha logrado satisfacer a los directores de los centros. De hecho, piden acciones más efectivas y a largo plazo.
Los colegios piden más presencia policial en el Raval
El consistorio ha implementado medidas como la recolección diaria de jeringuillas en la zona y la participación activa con consumidores de drogas. El objetivo es alentarlos a utilizar servicios de reducción de daños.
Sin embargo, los directores consideran que estas acciones no son suficientes. Ahora, solicitan una mayor presencia policial en la zona. La idea es que los agentes patrullen más frecuentemente para controlar la presencia de jeringuillas y personas consumiendo drogas.
Aunque reconocen la imposibilidad de contar con vigilancia policial constante, los directores subrayan la importancia de garantizar la seguridad de los estudiantes.
Una protección más efectiva en el entorno escolar
De ahí que propongan soluciones que puedan ofrecer una protección más efectiva en el entorno escolar. La comunidad educativa espera que estas preocupaciones sean abordadas de manera integral.
Y así, de una vez por todas, garantizar un ambiente seguro y propicio para el aprendizaje.
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