Los enfermeros podrán recetar ibuprofeno y paracetamol para la fiebre

El personal de enfermería ya puede recetar ibuprofeno y paracetamol a los pacientes para el tratamiento de la fiebre. Así se ha hecho saber desde el Ministerio de Sanidad después de ser aprobada por la Dirección General de Salud Pública y publicada este miércoles en el BOE. Concretamente, el documento tiene como objetivo orientar las actuaciones de los enfermeros en el manejo farmacológico del síntoma.

Desde el sindicato de enfermeros y fisioterapeutas SATSE valoran positivamente la guía que afirman estar basada en la “evidencia científica”.

Además, afirman que es “uno de los síntomas más comúnmente abordados en el ámbito sanitario”. Es más, actualmente la fiebre es el motivo de consulta principal en urgencias de pediatría y el segundo en Atención Primaria.

Los enfermeros podrán iniciar, modificar o interrumpir la administración de ambos fármacos

A su vez, desde el sindicato remarcan que la guía en ningún caso excluye “la valoración médica con la aplicación de las medidas que la situación clínica del paciente precise”.

En cuanto a las funciones establecidas, destacan el poder iniciar y hacer seguimiento del tratamiento, modificar su pauta o interrumpirlo, todo según unos protocolos estipulados. Además, con esto podrá prevenir los efectos adversos, facilitar el acceso a la medicación, evitar citas innecesarias, entre otros beneficios.

La guía se revisará cada cinco años

La guía se ha elaborado desde la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional a través de un trabajo multidisciplinar.

En este han intervenido con un grupo de profesionales de distintas organizaciones sanitarias juntos a otros expertos de distintos campos de la sanidad. Además, el contenido de esta se revisará cada cinco años para incorporar las evidencias y novedades científicas.

Esta no es la primera guía de estas características publicada por el Ministerio de Sanidad. Anteriormente, ya se publicaron guías para Enfermería en casos de heridas, diabetes tipo 1 y tipo 2, quemaduras, ostomías y anticoagulantes orales.

Además, actualmente se está trabajando en otras guías dedicadas al tratamiento del dolor, los anestésicos locales, la salud sexual y reproductiva y la deshabituación tabáquica.