El IPC cerró 2023 en el 3,1%, pero la subida de precios no da tregua a las familias

Hacer la compra sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza para las familias en España, y los datos del IPC de diciembre así lo confirman. En el cierre del año 2023, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 3,1%, según ha confirmado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es decir, que los precios de diciembre eran un 3,1% más altos que en el mes de diciembre de 2022, cuando la subida del IPC fue del 5,7%. Esta bajada se explica principalmente por el menor coste de la energía, tras las históricas subidas de 2022, y el menor encarecimiento de los alimentos. En 2023, estos últimos subieron de media un 11,6%, una auténtica pesadilla para los que hacen la compra, pero menor que la subida del 11,9% del ejercicio anterior.

Y aunque la cifra del IPC se aleje del 10,8% que alcanzó en los peores momentos de la crisis de precios de la energía, la cosa no está para tirar cohetes. Recordemos que el Banco Central Europeo (BCE) fija en el 2% el nivel de equilibrio necesario para reducir los tipos de interés. Una meta que, por ahora, sigue estando bastante alejada.

La subida de los precios en España no parece tener fin

A pesar de que el ministerio de Economía se muestra eufórico por el descenso de la inflación con respecto al año 2022, los datos hablan por sí mismos. En 2023, los precios subieron de media un 3,5%, una subida que se suma a la del año anterior, que fue del 8,4%.

Pero si ampliamos la vista, podemos ver que, desde marzo de 2021, los precios en España se han disparado un 15,7%. Y eso que hablamos de la media de los precios, porque donde más se ha notado la subida ha sido en los alimentos. Estos han subido un 29% en poco más de 2 años, a pesar de bajar un 0,1% en diciembre.

Productos básicos que más se han encarecido

Por productos, en 2023 el pan subió un 7% respecto al año anterior, la carne entre un 8% (vacuno) y un 15% (cerdo), la leche un 18% y el arroz un 19%. Lo que más ha subido, eso sí, ha sido el aceite de oliva, que se ha incrementado su precio en un 44%. Finalmente, el pescado fresco fue en 2023 un 6% más caro de comprar que en el año anterior.

En cuanto a otros productos, la gasolina también fue un 10% más cara, aunque su precio medio bajó gracias a su abaratamiento a finales del año pasado. La electricidad, uno de los principales disparadores de precios en 2022, cerró el 2023 un 17% más cara que en el ejercicio anterior.