Una mujer sorprendida señala hacia un paisaje rural con dos imágenes circulares superpuestas que muestran un letrero de bar y el interior de un restaurante.
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Este es el pequeño pueblo de Cataluña que se ha quedado sin bares ni restaurantes

La localidad pertenece a la demarcación de Barcelona y el nuevo equipo de gobierno tiene un claro objetivo

No cabe ninguna duda de que un bar da cierta vidilla a un pueblo y eso nadie puede negarlo. Tener un lugar común de encuentro donde poder reunirse con los vecinos y amigos es una suerte.

Pero justo lo contrario es lo que sucede en Sant Jaume de Frontanyà. Se trata de un pequeño pueblo de la demarcación de Barcelona donde la pandemia arrasó con los tres restaurantes que había. Desde entonces, el municipio se ha quedado solitario, en silencio y, obviamente, sin apenas vida social.

En Sant Jaume de Frontanyà solo hay 32 vecinos empadronados, pero en realidad apenas vive una quincena. Además, la mayoría de ellos lo hacen en masías apartadas, por lo que la afluencia de personas en el núcleo del pueblo es casi inexistente. De ahí que visitarlo sea casi una casualidad de paso, y más, teniendo en cuenta que no hay ni un solo bar.

Sant Jaume de Frontanyà y el objetivo de su alcalde

Por todo ello, el nuevo equipo de gobierno se propuso una meta: abrir un restaurante en el pueblo. Y no en cualquier lugar, sino en un edificio conocido como la Rectoría Vieja. El edificio es propiedad del Obispado de Solsona, por lo que cumplir con el objetivo del ayuntamiento no es tarea fácil.

Iglesia de piedra antigua con un camino empedrado y un árbol sin hojas en un entorno rural.

Y menos si se tiene en cuenta el estado del inmueble, el cual necesitaría de una buena reforma para hacerlo útil. Los mecanismos para llevarla a cabo ya se han puesto en marcha, pero, de momento, Sant Jaume de Frontanyà sigue sin un punto de encuentro.

Desde el consistorio también se han puesto en contacto con la Diputación de Barcelona. Así pues, los engranajes para hacer realidad el sueño del alcalde ya están funcionando. Ahora habrá que ver si todo funciona y Sant Jaume de Frontanyà vuelve a ser lo más parecido a un municipio con vida propia.

Más pueblos abandonados y con misterio en Cataluña

Sant Jaume de Frontanyà no es el único pueblo de Cataluña al que le falta vida. Existe otro en la provincia de Tarragona que, además, esconde un misterio en cada una de las historias que se explican sobre él. Se trata de La Mussara, una aldea medieval abandonada repleta de historias paranormales

Tanta es su popularidad que hasta el programa Cuarto Milenio se atrevió a visitar lo que queda de este enclave. Llegar hasta La Mussara no es demasiado difícil, así que si te gustan las historias de misterio relacionadas con pueblos abandonados, esta es tu oportunidad.

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