La ciudad catalana que está harta de las cacas de los perros: multas astronómicas

Tener un animal de compañía, y más concretamente un perro, es cada vez más común. Las ventajas que aporta son numerosas, pero a la vez conlleva una serie de responsabilidades. El propietario tiene que hacerse cargo de su mascota, es decir, debe alimentarla, sacarla a pasear y cuidarla. 

En los últimos tiempos, el aumento del número de perros en nuestras calles ha provocado actos incívicos por parte de sus amos. Los más comunes son no recoger sus excrementos, llevarlos desatados o no ponerles bozal cuando es necesario.

Por ello, algunas localidades están tomando medidas para contrarrestar estos hechos. Es el caso de Figueras, una ciudad que ha decidido multar duramente a los propietarios que no recojan las heces de sus perros.

A partir de ahora, la infracción comportará multas que de entre 750 y 1.500 euros. La nueva normativa empezará a aplicarse a partir del próximo martes, 20 de febrero.

Figueras quiere que los dueños de perro se responsabilicen de ellos

El Ayuntamiento de Figueras ha impulsado la campaña Mi perro, mi responsabilidad, con la que pretende "corregir actitudes incívicas" relacionadas con estas mascotas. La campaña contará con dos fases. 

La primera consiste en una etapa de información y sensibilización ciudadana respecto a este tema. Durante esta fase, que durará una semana, se pretende concienciar a los propietarios de las obligaciones que recoge la ordenanza municipal. Esta regula la tenencia, el bienestar y la protección de los animales.

Entre ellas, se encuentran:

• La obligación de atar al perro
• Recoger los excrementos y limpiar las micciones con agua
• Poner bozal a los perros de raza peligrosa 
• Disponer de la licencia para la tenencia de perros potencialmente peligrosos (PPP). 

Seguidamente, arrancará la segunda fase, que se basará en una campaña intensiva de controles policiales. Por lo tanto, a partir del próximo martes, 20 de febrero, varios agentes vestidos de paisano realizarán controles en las zonas más conflictivas de la localidad.

Será en esta segunda fase cuando se aplicarán las multas correspondientes, cuando sea necesario. Si esta propuesta obtiene los resultados esperados, es muy probable que otros municipios de Cataluña se unan a la campaña.