Fotografía en blanco y negro de Marc Boada con gafas y barba canosa sonriendo frente a un fondo con patrón geométrico.
OBITUARIOS

Muere el presentador y divulgador catalán Marc Boada, conocido por 'Quèquicom' de TV3

Fallece Marc Boada, el divulgador científico y presentador de 'Quèquicom' de TV3, a los 60 años.

El mundo de la divulgación científica catalana está de luto. Marc Boada, conocido por su labor como presentador del programa 'Quèquicom' de TV3, ha fallecido a los 60 años de edad. La triste noticia fue adelantada por el medio local Món Terrassa.

Nacido en Terrassa (Barcelona) en noviembre de 1963, Boada mostró desde joven una pasión por la ciencia y el arte. Estudió delineación industrial en el colegio de los Salesianos de Terrassa y posteriormente escultura en la Escola d'Arts Aplicades de su ciudad natal. A lo largo de su vida, combinó su interés por la investigación científica con su talento artístico, construyendo telescopios y creando material interactivo para museos científicos a través de su empresa Pèndulum Museografia Interactiva.

La carrera televisiva de Boada comenzó en 2006, cuando empezó a colaborar con 'Quèquicom'. Dos años más tarde, en 2008, asumió el rol de presentador, papel que desempeñó hasta 2011, ganándose el cariño y el respeto del público catalán. Su labor en el programa le convirtió en una figura popular en el ámbito de la divulgación científica en Catalunya.

Marc Boada sonriendo frente a un cartel con letras rojas.
Muere el presentador y divulgador catalán Marc Boada | RTVE

Marc Boada también dejó su huella en la literatura, escribiendo varios libros de divulgación científica dirigidos al público juvenil, entre los que destacan "Max Picard y el maldito péndulo de Foucault" y "Max Picard y el enigma de los dinosaurios". Su obra escultórica más conocida es el Jardín de las Percepciones del Parque de Vallparadís en Terrassa, por la cual recibió en 2009 el premio Entorno Natural Joan Martí, otorgado por la Asociación Discapacidad Visual de Barcelona.

En los últimos años, Marc  Boada se había apartado de los medios de comunicación y vivía en el Montseny, donde dirigía el Cau del científic. En este espacio, organizaba talleres y actividades educativas para estudiantes de primaria y secundaria, continuando así con su pasión por la enseñanza y la divulgación de la ciencia.

La Asociación Catalana de Comunicación Científica ha lamentado su pérdida a través de las redes sociales. Destacan su papel como referente en la comunicación científica y su valiosa contribución a lo largo de su carrera.

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