Montaje de Carlos Sobera sorprendido con un soltero que vende consoladores en First Dates
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La gama de consoladores de un soltero de 'First Dates' que impresiona a Carlos Sobera

Carlos Sobera queda completamente impresionado con la gama de consoladores de un soltero de 'First Dates'.


José Luis entraba al restaurante de 'First Dates' con mucha alegría por ver a Carlos Sobera. Era un tipo muy nervioso y aseguraba que lo que más le relajaba era hacer manualidades. El soltero también saludaba de forma muy efusiva a Matías Roure y le pedía una caipiriña en brasileño, dejando atónito a Carlos Sobera.

Carlos Sobera quería saber si venía que Brasil y el soltero le decía que no, que venía del barrio de Tetuán de Madrid. Sin embargo, había estado viviendo en Brasil mucho tiempo: "Cuando estuve allí era un pimpollito, con dinero aquí". Era vendedor de ventanas de PVC: "Tengo el don de vender, te vendo una piedra, un garbanzo".

Captura de Carlos Sobera y Matías Roure con un soltero con consoladores en First Dates
Carlos Sobera con José Luis en 'First Dates' | Mediaset

Carlos Sobera quiso saber qué era lo más raro que había vendido y él le hablaba de su gama de consoladores. "Tengo el cubano, el colibrí, el torpedo… son de importación, una maravilla", explicaba el soltero en 'First Dates'.

Matías Roure y Carlos Sobera sentían curiosidad por los nombres de los consoladores y el soltero les daba todo tipo de detalles. "El colibrí, cuando abres la ventana, entra y absorbe el polvo de la esencia", decía José Luis. Además, traía para su cita un regalo: "Cuando vea la jamborilla va a flipar" y le decía al presentador que no podía irse sin entregarle una tarjeta de sus ventanas.

Captura de Carlos Sobera con un soltero con consoladores en First Dates
Carlos Sobera con José Luis en 'First Dates' | Mediaset

Justo después, José Luis empezaba su cita en 'First Dates' con Elena. Sin embargo, la soltera tenía la sensación de que no encajaba con ella en absoluto, mientras él decía que le había transmitido tranquilidad , ya que "estaba de los nervios". A José Luis le gustaba que Elena también hablara mucho y a ella que alguien hablara más que ella: "Me encanta quedarme en un segundo puesto".

Al hablar de música, José Luis se ponía en pie en mitad del salón y le explicaba que le gustaba el flamenquito y que llevaba 10 años tocando la guitarra. Los dos pasaban un rato divertido y José Luis bromeaba cuando Elena le daba calabazas, pero en realidad,  ninguno había sentido ningún tipo de feeling

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