Belén Rueda: 'Cuesta más llegar a la credibilidad y a nivel económico que los hombres'
Entrevista a Belén Rueda ante el estreno de 'Eva & Nicole' en atresplayer.
atresplayer estrena este domingo 2 de junio 'Eva & Nicole'. Belén Rueda e Hiba Abouk interpretan, respectivamente, a Nicole y Eva. Son dos mujeres de la alta clase de Marbella que acaban enfrentadas por un pasado en común en el que llegaron a ser amigas. Sin embargo, el amor por un hombre hizo que sus mundos se separaran y ahora una de ellas busca venganza.
Hablamos en el marco del Festival de Málaga con Belén Rueda, que interpreta a Nicole durante los ocho episodios de esta serie. Tras su emisión en atresplayer, 'Eva & Nicole' se podrá ver próximamente en el prime time de Antena 3.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención cuando te llegó 'Eva & Nicole'?
Se juntaban varias cosas. Dani Écija me dijo que tenía la intención de hacer una serie sobre la Marbella de los 80, con una empresaria. Me pareció muy interesante su planteamiento por la época que era y porque todos tenemos ahora en la cabeza que Marbella es una zona con un turismo muy especial, pero es que en aquellos años era más especial todavía.
Está muy bien contar una historia muy personal y muy íntima con todo este entorno. Puede dar mucho juego, y no solo por el lujo, sino también por toda la acción que hay, que es muy interesante cuando haces ficción.
Además, me gustaba mucho en el momento de vida que estaba Nicole, porque yo definiría a Nicole como controladora. Solo podía llegar hasta donde ha llegado controlándolo todo. Pero en el momento en el que está y con la edad que tiene piensa que lo tiene todo controlado. Que se descontrole todo me parece fascinante porque es mentira que alguien pueda controlarlo todo.
Pensad en lo que ha pasado en la pandemia, que nos ocurrió a todos a la vez. Lo que pasa es que estas tormentas de 'Eva & Nicole' son individuales de cada personaje. Se cae una cosa y el resto también se cae y me parece muy interesante.
¿Cómo reacciona Nicole cuando pierde ese control?
Me gusta mucho el personaje de Nicole porque tiene soluciones para todo. Algunas son muy marcianas, pero creo que la creatividad, incluso a la hora de solucionar problemas, es primordial para llegar a donde ha llegado ella. De lo contrario, o no sorprendes o no escalas tan rápido porque ella está acostumbrada a solucionar cualquier cosa muy rápido, se ve desde el primer capítulo.
Con la edad que ella tiene, lo que hace es reflexionar si merece la pena. Como empresaria de aquella época era la locura, porque era casi imposible que te respetasen a nivel político. Casi todos los políticos eran hombres y Nicole tiene que negociar con ellos y hacerse respetar. Ahora todavía pasa, pero no al nivel que pasaba en los 70 y los 80. Y encima, manteniendo su propia personalidad: guapa, bien vestida y rubia: piensas que va a ser idiota, pero no, ahí estaba ella.
Pero, por otro lado, como le dedicaba tanto tiempo a esto, resta ese tiempo para su familia, para su hijo. En aquella época era muy común entre las familias económicamente fuertes mandar a los hijos a un internado, una cosa que a mí me parece un horror y un castigo. De hecho, la relación que existe en la serie entre mi hijo yo es maravillosa porque pienso que le he dado todo, y así ha sido a nivel de educación. Sin embargo, él me demanda y lo que me hace entender es que no ha estado conmigo, que es lo que él quería.
Es maravilloso saber a lo que tienes que renunciar para estar donde estás a nivel laboral y si merece la pena o no renunciar a eso. A lo largo de la serie lo vamos viendo. De hecho, Nicole ya tiene una edad, pero Eva, aunque viene con sed de venganza, hace en menos años ese recorrido que Nicole ha hecho durante tantos años.
¿Qué diferencia hay en la rivalidad entre dos mujeres y la que pueden tener dos hombres?
Iba decir una barbaridad[ríe], me gusta que me hagas esta pregunta. Inicialmente creo que no hay ninguna diferencia si hay un foco que tú quieres conseguir y el foco de las dos personas es el mismo. Pero la diferencia es que si la rivalidad es entre un hombre y una mujer, la mujer tiene que demostrar mucho más que el hombre para llegar al mismo sitio. Y por desgracia, aunque hemos avanzado mucho, todavía no estamos en el mismo punto.
De hecho, si físicamente quieres seguir yendo mona con tus tacones, te quita más credibilidad todavía. Pero si es entre dos mujeres hay una idea que la bronca que hay entre ellas es menos profunda, menos real y más superficial que si es entre dos hombres, y no. Si dos mujeres quieren lo mismo, la lucha es exactamente igual. No sacan los puños y dicen quién la tiene más grande, que es un poco la cosa de los hombres.
Lo que pasa es que, en el caso de 'Eva y Nicole', esta lucha también tiene que ver con una persona de la que las dos están enamoradas. Y a partir de aquí ya se mezcla un poco todo.
Hiba Abouk dice que su personaje se ha ganado la etiqueta de mala, pero el tuyo es bueno y malo, ¿no?
No creo que haya que reducirlo a si una es buena o mala, hay momentos en los que hacemos cosas buenas y momentos en los que hacemos cosas muy malas. Eso nos pasa a las dos. Sí que es verdad que en los primeros capítulos estás más del lado de Eva que de Nicole, porque Nicole es implacable y no va a esperar a que una individua llegue y eche por tierra lo que le ha costado tanto esfuerzo conseguir.
Y no me refiero solo a temas económicos, sino también de amor, de su hijo, etc. Ahí se convierte en una loba, pero puede que una diferencia con los hombres es que las mujeres, en este mundo de poder del que estamos hablando, no piensan en la muerte ni en solucionar sus problemas con un tiro o que la otra persona tenga un "accidente".
Has hablado de que las mujeres tienen que demostrar más para llegar a los mismos puestos que los hombres. Después de tantos años de carrera, ¿aún ves este tipo de situaciones?
Sí, cuesta más llegar a nivel de credibilidad y a nivel económico. ¿Por qué, si tú eres hombre y yo soy mujer? ¿O por qué si yo tengo 50 y tú 60, tú puedes hacer más cosas que yo? Esto todavía sigue existiendo. A mí me ha tocado vivir muchas cosas y romper muchas barreras.
Primero presentaba y después pasé a ser actriz, pero no sabéis lo que me costó poner ‘actriz’ en el carnet de identidad. Más tarde pasé al cine, pero aún era actriz de televisión y no hice mi primera película hasta los 40 años, cuando a esa edad ya las mujeres actrices no trabajan y dices: ‘Dios mío de mi vida’.
Ahora hago una cosa: en mi casa tengo todas las etiquetas, y según salgo por la mañana cojo la que me viene bien ese día, y ya está. Tienes que tener cuidado con las etiquetas que te ponen, no creértelas y no ponértelas tú misma. No es tan fácil, tienes que trabajarlo.
Y tienes unos complejos que tienes que sortear, igual los hombres tendrán los suyos porque todos tenemos nuestras guerras internas. Y luego, a nivel de dirección, la situación es impresionante. Todavía hay cosas de las que no te das cuenta, y a lo mejor hay que darse cuenta, pero no quedarte atrapada en ellas. Que tu alegría no sea de cristal y tu dolor de hierro. No te quedes enredado en eso, porque entonces no te va a dejar avanzar y vas a estar pensando en algo que no ha ocurrido. Hay que tirar para adelante.
¿Has notado, con el paso de los años, que cada vez te llegan más papeles como el de Nicole, que no son mujeres encasilladas?
Sí, lo estoy notando, o tanto como quisiéramos, pero sí lo estoy notando. Y luego también están los técnicos, porque yo he trabajado con la primera directora de fotografía mujer y con la primera directora de género mujer en el siglo XXI, es muy fuerte. Tampoco hay muchas mujeres guionistas, aunque ahora hay más que antes porque no había una confianza para dar ese primer paso.
Empezaste siendo presentadora y parecía que no podías ser actriz, pero demostraste que también podías actuar.
Y cuando hice 'Periodistas', que fue mi primera serie, era "la mujer de", de Dani Écija. Y sí, era su mujer y me costó que hubiera credibilidad. Parece que solamente era actriz cuando hice "Mar adentro", pero te puedo asegurar que si mi primer trabajo hubiese sido "Mar adentro" no hubiera salido igual que después de haber hecho tantos capítulos de 'Periodistas', 'Los Serrano' y demás.
¿A estas alturas del partido ya te las sabes todas a la hora de interpretar un personaje?
No, no me las sé todas, por Dios de mi vida, qué va, qué va. No sabes con la cantidad de cosas que digo: “¿En serio me está pasando esto?”. Esto es cuando te enfrentas a una situación en la que un imbécil ha llegado y, yo qué sé, ha dicho algo de ti sin conocerme y no sabes responder. Pero luego llegas a casa y se te ocurren mil formas diferentes de contestar.
Y esto pasa con los personajes, tengo cierta tendencia a entender mucho a mis personajes. Los justifico porque los estoy haciendo, pero muchas veces no estoy de acuerdo con ellos. Tienes que hacer el trabajo de entender a ese personaje, pero no justificarlo porque hay cosas que no son justificables. Sin embargo, tienes que entenderlo porque te tienes que poner en su piel.
A mí me pasó una vez con un personaje, que era una bestialidad y le dije al director que no sabía cómo hacer eso. Era una señora que yo no conseguía entender por qué había hecho lo que había hecho, algo muy profundo con su propia hija. Pero al final tienes que encontrar tus herramientas para poner hacerlo.
Nicole le hace una putada muy gorda a Eva cuando son jóvenes. Entonces, tengo que entender que Nicole lo hiciera en su momento y que ahora tiene que mantener su estatus por encima de todo. Le ha costado mucho y no se lo ha regalado nadie.
El fin justifica los medios, al menos para Nicole.
Para Nicole, el fin justifica los medios, sí. Pero eso le pasa factura y ella misma se plantea si el fin justifica los medios.
¿Cómo has aplicado tu forma de entender la venganza y la manera de estar en este duelo de titanas?
Nicole ni siquiera plantea si Eva puede llegar o no a donde está ella y esto es lo que se vuelve contra ella. Llega un momento en el que tienes tanto poder que te das cuenta que no solamente a nivel laboral o a nivel de negocio, sino a nivel emocional, no querer quedarte sola. Porque Eva tiene toda la vida por delante, pero yo estoy en la mitad del partido o en la prórroga.
A Eva no la ve tanto como venganza, la ve como un peligro real porque trae ideas nuevas. Además, en la Marbella de aquella época había mucho alcohol, pero no había tantas drogas. Las drogas empezaron después, y Nicole no quiere drogas en su local. Incluso lo verbaliza en un momento de la serie, pero Renata le dice: "Pues te vas a quedar atrás".
Antes has hablado de tu etapa como presentadora: ¿Te planteas retomar esa primera faceta de tu carrera?
Tú no sabes los nervios que a mí me entran cuando tengo que presentar algo porque presentar es una profesión muy difícil. El que presentas eres tú aprovechando lo que hay a tu alrededor. Cuando tú estás haciendo un personaje, te has preparado ese personaje antes y eres otra persona, no eres tú. Presentar no es un género menor, es dificilísimo.
Pero cuando presentabas tenías una personalidad única
Sí, pero porque estaba entrenada. Esto es como la memoria, la entrenas cuando tienes que memorizar muchísimo. Cuando llevas cuatro meses sin un guion, que yo ya me pongo nerviosa porque no lo tengo, empiezas asustada, pero a los tres días ya has recuperado el ritmo. Pero presentar también es un músculo.
Entonces, ¿no te planteas volver a presentar?
Es dificilísimo. Además, creo que me quedan muchas cosas por hacer en ficción todavía. Hay que prepararse mucho y de otra manera.
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