Alberto Pérez Elvira, desapareció en julio de 1973
SUCESOS

Sin rastro de Alberto desde hace 50 años: la desaparición más longeva de España

Alberto desapareció son 13 años, ahora, tendría 63

Alberto Pérez Elvira tenía 13 años cuando desapareció en Lanzarote, aquel 2 de julio de 1973. Hoy tendría 63 años. 

Su desaparición es la más longeva de la que se tiene constancia en España. Su familia lleva medio siglo sin saber nada de él. 

Belén Elvira, su hermana, le pone voz a la desaparición de Alberto. 

Cincuenta años sin Alberto

El 2 de julio de 1973, Alberto salía del colegio de la localidad lanzaroteña de San Bartolomé. El niño, que por aquel entonces tenía 13 años, volvía a casa con su bicicleta azul, como todos los días. 

Los padres de Alberto regentaban el restaurante ‘El Cazador’ y los niños pasaban allí todas las tardes. “Íbamos allí al salir del colegio. Estábamos hasta las siete y media y luego nos íbamos a casa”, cuenta su hermana Belén. 

Aquel día, su madre, María, no había ido al restaurante, por qué no había demasiado trabajo. Alberto, el mayor de los cinco hermanos, sí iba.  “Siempre había recados que hacer: 'Ve a por cambio, Albertito'; cosas así”, relata Belén. 

Alberto no llegó al restaurante aquella tarde. Pasadas las ocho de la tarde, el padre de Alberto le pidió a un cliente que fuese a su casa a preguntarle a su mujer si Alberto estaba en casa

Cartel desaparición de Alberto Pérez Elvira, desaparecido hace 50 años

“Albertito no ha venido”, respondió su madre. Entonces saltaron las alarmas. 

Los padres de Alberto salieron a buscar a su hijo. “Estuvieron en el muelle, para ver si había salido algún barco, por si se lo habían llevado…”, asegura su hermana, que en aquel entonces era un bebé. 

Sobre las dos de la madrugada, a nueve kilómetros de su casa, encontraron la bicicleta de Alberto con una rueda pinchada. Pero por más que chillaron su nombre, el chico no apareció. 

La familia fue al cuartel de la Guardia Civil a denunciar la desaparición de Alberto. Belén lamenta que en aquel año, todo era muy precario en las islas. “El equipo de investigación lo formaba solo una persona, se llamaba Curro, se encargó de todo solo él”, relata.

Un vecino de la familia, contó que aquella tarde vio a Alberto mientras trabajaba con su taxi. El hombre le preguntó a Alberto que a donde se dirigía. “Voy para abajo”, contestó el niño. Pero eso, nunca se investigó. 

El chico del jersey rosa

“Cuando tenía 8 o 9 años, estaba sentada delante de nuestra casa y pasó un chico con un jersey rosado. Tenía como esa estopa con la que se limpian los herreros, en la parte de atrás del pantalón. El chico de rosa se quedó mirándome y pasó por delante. Volvió, dio la vuelta, y pasó otra vez”, recuerda Belén

Belén llamó a su madre, pensando que aquel chico podía ser Alberto, pero su madre no alcanzó a ver al joven. 

Un tiempo después, un hombre de Arrecife (Lanzarote) contactó con María y le dijo que había estado con un chico que trabajaba en un barco francés. “Le dijo que él era el chico desaparecido”, cuenta Belén. 

Belén Elvira sujetando una imagen de su hermano Alberto, desaparecido en 1973

El hombre aseguraba que aquel chico le dijo que estaba bien, que tenía dinero, y que volvería por allí. Pese a eso, también le dijo que había mucha gente relacionada con su desaparición y que no podía aparecer. 

María le dio una carta a aquel hombre para que se la entregase al chico que decía ser Alberto. “Albertito, supuestamente, leyó la carta. El hombre dice que cuando acabó de hacerlo dijo que no podía aparecer”, recuerda Belén. 

“Añadió: 'yo vi a mi madre el otro día y a una hermana'”. La familia unió todo. Aquel chico del jersey rosa que aseguró ver Belén, podría ser Alberto. 

Varias hipótesis abiertas sobre la desaparición de Alberto

La familia se volcó para encontrar a Alberto, pero sin resultados. Encontraron motivos y sospechosos, pero nunca llego a nada. 

Belén recuerda que había una persona que iba mucho al restaurante de sus padres, que se volvió millonaria de repente y dejó de ir. “Mi padre siempre sospechó, la trata de personas da mucho dinero, decía”, recuerda la hermana del desaparecido. 

El padre de Alberto también sospechaba del sargento de la Guardia Civil de San Bartolomé. Al parecer, la madre del chico encontró unas cartas donde Alberto le escribía a la hija del sargento. En ellas planeaban su huida juntos, “para vivir su amor”. 

Los padres de Alberto hablaron con la mujer del sargento, para intentar evitar la huida de los chicos. Poco después, Alberto desapareció. La hija del sargento no desapareció.

Décadas después, María supo que habían encontrado unos huesos en la montaña Emina. “En la montaña Emina Albertito jugaba, se iba con la bici porque había como una mareta, un embalse de agua grande”, recuerda Belén.

Los medios contaron que los restos podían tener unas tres décadas y que pertenecían a un adolescente. La familia, al saber esto, llamó a la Guardia Civil y descubrieron que no había ningún registro de la desaparición de Alberto. 

“Nos dijeron que los huesos eran de unos guanches, que tenía cien años, se quedó ahí”, lamenta la hermana. 

Poco antes de que el padre de Belén y Alberto falleciese, hace ya siete años, fueron a la Guardia Civil. El hombre, en sus últimos meses de vida, quiso tener acceso al expediente del hijo al que nunca dejó de buscar. 

“Lo único que consta es: persona que no ha expedido DNI, carnet de conducir, y que no tiene documentación”, cuenta Belén. 

Belén le rinde un homenaje a su hermano

En 2021, Belén, que es mezzosoprano y pupila de Plácido Domingo, acudió al programa Got Talent, donde contó la historia de Alberto. Allí interpretó una canción para él.

La lanzaroteña Belén Elvira brilla en Got Talent

“Tener allí a mi madre, a las familias de personas desaparecidas con sus carteles y ver sus lágrimas… fue muy emocionante”, recuerda la cantante. 

Y es que cuando Belén se sube al escenario, piensa que Alberto podría estar viéndola desde alguna parte y que, por tanto, podría estar vivo. 

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