Europa Press SUCESOS
Qué pasó con Rosario Porto y qué incógnitas quedan por resolver sobre ‘El Caso Asunta’
La pequeña de 12 años fue asesinada por sus padres en septiembre de 2013, quienes fueron condenados a 18 años de prisión
Todos recordarán el caso de Asunta, un suceso que conmocionó a Galicia y a toda España en septiembre de 2013. Una niña de 12 años, adoptada por una pareja de españoles, fue encontrada muerta en una pista forestal en Teo (La Coruña).
Y es que lo que inicialmente se pensó que era una desaparición, acabó convirtiéndose en un caso de asesinato que involucraba a sus propios padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra.
Asunta había sido adoptada por esta pareja con un año en China. Sin embargo, tras su muerte, se descubrió que la relación entre ellos y la niña no era tan idílica como aparentaba.
El proceso judicial reveló que los padres habían estado administrando a la pequeña dosis sistemáticas de Lorazepam, un potente sedante que les ayudó a acabar con su vida.
El día de su muerte, Asunta recibió una sobredosis de pastillas y luego fue trasladada por sus padres al chalet de Rosario, donde fue asfixiada. El tribunal concluyó que este asesinato fue el resultado de un plan premeditado, que necesitaba la participación o al menos el consentimiento de ambos padres.
El caso Asunta vuelve a ocupar actualidad
Los hechos se remontan al 21 de septiembre de 2013. Ese día los padres adoptivos de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, denunciaron su desaparición. En ese momento, ya estaban separados, pero se unieron en la búsqueda desesperada por encontrar a su hija.
La noticia de la desaparición de la niña de 12 años sacudió a toda Galicia y rápidamente captó la atención nacional. Sin embargo, tan solo un día después de esta denuncia, su cuerpo fue descubierto por dos personas a las 1:15 de la madrugada. Hallaron el cadáver en una pista forestal cercana a un chalet propiedad de Rosario Porto, junto a unos restos de cuerda.
La denuncia, inicialmente vista como un acto de preocupación por parte de los padres, se convirtió en el punto de partida de una investigación que revelaría un oscuro panorama familiar. Los padres, lejos de ser los protectores que habían vendido ser, se convirtieron en los principales sospechosos del asesinato de su propia hija.
La investigación reveló que Rosario y Alfonso habían estado adquiriendo Lorazepam, un medicamento sedante, de manera sistemática desde julio de 2013.
Además, se reportaron episodios previos de somnolencia en la niña, que ella misma había comentado a sus profesores, indicando un patrón de administración de sedantes.
El día que murió, después de administrarle una sobredosis de pastillas, Rosario y Alfonso trasladaron a Asunta a un chalet propiedad de Rosario, donde la asfixiaron. Sin embargo, el motivo detrás del crimen sigue siendo un misterio, ya que ninguno de los padres llegó a confesar las razones durante el juicio.
El caso Asunta sigue lleno de preguntas sin resolver
Finalmente, el tribunal consideró que se trataba de un asesinato premeditado y ambos fueron condenados a 18 años de prisión en 2015. Sin embargo, tras la sentencia sus vidas tomaron caminos diferentes.
Alfonso permanece en la cárcel de Teixeiro, mientras que Rosario, quien había intentado suicidarse en varias ocasiones, fue encontrada ahorcada en su celda en la prisión de Brieva en 2020.
El caso de Asunta sigue siendo un interrogante en cuanto al motivo detrás del crimen, dejando a la sociedad con preguntas sin respuesta sobre por qué alguien podría hacerle daño a su propia hija.
Ahora, este viernes, Netflix estrena un documental sobre el caso, trayendo de vuelta a la actualidad esta trágica historia que impactó a todo un país.
Será una oportunidad para reflexionar sobre los horrores que pueden ocurrir dentro de un hogar aparentemente normal y sobre la importancia de proteger a los niños, considerados como uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
Más noticias: