Remedios Salazar desaparecida en 2014
SUCESOS

Más de nueve años sin rastro de Remedios: ‘Si algún día no estoy, habrá sido él’

Remedios le confesó a su hermana que su pareja la maltrataba

Ojos verdes, pelo rizado negro y piel canela. Remedios Salazar, madre, abuela y la cuarta de ocho hermanos, habló con su familia por última vez el 11 de noviembre de 2014. Desde entonces no han vuelto a verla. 

En casa de la familia Salazar, hace 9 años que el flamenco duele. Remedios tenía 43 años y era palmera, cantaba y bailaba. Desde el 11 de noviembre de 2014 su familia no ha sabido nada de ella. 

"Dijo que iba a dar una vuelta con su pareja", contaba su hermana Violeta, que se ha convertido en la portavoz de la familia Salazar. Durante varios días, los Salazar esperaron el regreso de Remedios, pero no había rastro de la mujer. La Policía Nacional activó la alerta por desaparición, pero Violeta lamenta que "nunca nos han dicho nada más". 

Un centenar de familiares de Remedios recorrieron Langreo (Asturias) con fotos de la mujer, pero no hallaron ni a la desaparecida ni ningún indicio de donde podía estar Remedios. 

Violeta afirma que la pareja de Remedios tuvo algo que ver con la desaparición de la joven. "Creo, y que Dios me perdone si me equivoco, que ha sido él. Mi hermana era una persona muy familiar. No había día que no nos juntáramos". 

Cartel desaparición de Remedios Salazar

En el momento de su desaparición, Remedios no tenía trabajo estable ni ningún motivo para irse de forma voluntaria. Su rutina se centraba en cuidar de su hija y de sus dos nietos. "Vivía pegada a su familia, era su pasión", recuerda su hermana. 

Según comenta Violeta, su hermana hacía poco más de seis meses que había empezado una relación con un hombre cuando empezaron los problemas. "Ella me dijo que la maltrataba, que a veces discutían… y yo le decía: ¡Ay! Hermana, no te veo bien. En una de esas, la dejé de ver", explicaba Violeta. 

El novio de Remedios, la maltrataba

Remedios le había comentado a su hermana que su pareja bebía y que era adicto a otras sustancias, además de ser agresivo. Violeta recuerda también la advertencia que le hizo su hermana semanas antes de desaparecer: "Antes de desaparecer me dijo: 'hermana, estoy segura de que algo me va a pasar'. Si algún día me pasa algo, si desaparezco… me lo ha hecho él".

Violeta, ante esta situación, aconsejó a Remedios que se marchase de la casa que compartían y que lo denunciase. Remedios le contó a su hermana que no lo denunciaba por qué tenía miedo, pero que se quedase tranquila porque lo iba a dejar. 

Tras la desaparición de Remedios, la que hasta aquel momento había sido su pareja, también lo hizo. Según relata Violeta, los Salazar se personaron en casa de este individuo en varias ocasiones para pedirle cuentas. "Para ver la manera de hablarle, para poder coger sus cosas, preguntarle, comprobar si estaba mi hermana…", explica la mujer.

El hombre se cerró en banda y no quiso hablar con la familia de Remedios. De hecho, los Salazar aseguran que el hombre tenía perros en la puerta que se les tiraban si se acercaban. 

"La mató, la metió en algún lado e hizo algo para que no la encontremos. La mató... él mató a mi hermana", sentencia la mayor de los Salazar. 

El móvil de Remedios sin respuesta, pero con señal

Tras unos días sin noticias de Remedios, Violeta llamó al teléfono de su hermana. "Su teléfono estaba encendido, pero ella no aparecía... No respondía a la llamada... Yo llamaba y llamaba… y no lo cogía nadie, pero daba señal", lamentaba la hermana mayor de los Salazar. 

Y es que la mujer recuerda que el móvil de Remedios estuvo encendido mucho tiempo, aunque sospecha que "quien le hizo algo, lo dejó encendido para decir que había sido una marcha voluntaria". 

La familia ha mirado en solares, arbustos, terrenos y descampados buscando alguna pista de donde pueda estar Remedios. "Siento y sé que mi hermana no está viva y descartamos totalmente la marcha voluntaria", asegura Violeta. 

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