Leo, el niño discapacitado que ha sido olvidado en el interior de un bus escolar
El menor apareció encerrado en el vehículo en el interior de las cocheras tras quedarse dormido
Leo, un niño autista de 11 años de edad ha sido olvidado en el autobús de la ruta escolar de Leganés (Madrid) tras quedarse dormido en la parte trasera del vehículo. Así lo ha denunciado su familia tras ser avisada por la policía al encontrar solo al menor deambulando por la calle. El pequeño se despertó encerrado en el vehículo, que ya se encontraba aparcado en las cocheras.
Ante esta situación, el niño comenzó a tocar el claxon hasta que un hombre le abrió las puertas. Asustado por lo ocurrido, Leo, quien padece una discapacidad intelectual del 45 %, se marchó andando rápidamente del lugar. Seis horas después fue encontrado por la Policía de Alcorcón a unos diez kilómetros de su centro escolar.
La Comunidad de Madrid ha abierto un expediente al Centro de Educación Especial Alfonso X el Sabio, donde estudia el menor, así como a la empresa de transporte, Puesta del Sol, quien realiza la ruta. La familia ha interpuesto una denuncia por delitos de abandono del menor, negligencia y un posible delito de lesiones.
Se marchó deambulando solo
El pasado lunes 11 de septiembre, Leo, un niño de 11 años con una discapacidad intelectual del 45 %, subía a su ruta escolar como hacía todos los días, alrededor de las 9:30 horas de la mañana. El pequeño se despidió de su madre y se subió al autobús que le lleva al colegio acompañado por la monitora que está a su cargo y al de los otros niños. El viaje tenía que durar a penas diez minutos, pero el menor se quedó dormido en la parte de atrás del bus y no fue despertado por nadie.
Al llegar a la escuela, ni la conductora ni la monitora revisaron que todos los niños bajaran del autobús. Tras ello, el vehículo retomó el camino hasta llegar a las cocheras que la empresa de transportes tiene en Alcorcón. Una vez aparcado, la conductora volvió a no revisar el interior, por lo que Leo continuó durmiendo dentro.
El pequeño sufre un trastorno del espectro autista y la medicación que toma le provoca somnolencia, dato que, según ha explicado su madre, conocen tanto la monitora como la conductora. Cuando el niño despertó, se dio cuenta de que estaba encerrado en el autobús, por lo que empezó a tocar el claxon hasta conseguir salir de allí. En ese momento, un trabajador de la empresa escuchó los pitidos y se acercó a ver que ocurría.
Al llegar, encontró al menor en el interior del vehículo, por lo que abrió las puertas informándole de que iba a llamar a la policía, sin preguntarle qué le había pasado. Ante esta situación, el pequeño, que se encontraba solo y asustado, decidió marcharse rápidamente andando. Tras deambular alrededor de dos kilómetros encontró un supermercado en el que decidió entrar.
Apareció desorientado en un supermercado
Una vez allí, se acercó a una trabajadora pidiéndole permiso para ir al baño. Esta secuencia quedó grabada por las cámaras de seguridad que marcaban las 14:22. Al salir del aseo, Leo preguntó a la mujer cómo podía llegar a su colegio, algo que hizo sospechar a la trabajadora, quien llamó inmediatamente a la policía.
Al llegar y localizar al menor, los agentes contactaron con su padre explicándole que lo habían encontrado “deambulando y desorientado por la calle”. En ese momento, el progenitor contactó con la madre, quien no daba crédito a lo sucedido, pues fue quien lo dejó personalmente en el autobús. A pesar de no entrar en clase, el colegio no se extrañó de la ausencia del pequeño.
Cuando los padres pidieron explicaciones al centro, el director contactó con la monitora responsable quien aseguró que el niño nunca subió al vehículo. Después, rectificó y reconoció que alrededor del mediodía fue ella misma quien llamó a la conductora preguntándole por Leo, ya que no recordaba haberle dejado en el colegio.
Por su parte, la trabajadora de la empresa de transportes aseguró que ella sí había revisado el autobús al acabar la ruta. Algo que posteriormente rectificó, reconociendo que al no llevar a cabo la obligatoria limpieza, no revisó los asientos.
Al día siguiente, la familia se acercó a la comisaría de la Policía Nacional de Leganés para interponer una denuncia por delitos de abandono, negligencia y un posible delito de lesiones. La madre ha insistido en que tanto la monitora como la conductora son conocedoras de los efectos que el medicamento producen en su hijo, pues no es la primera vez que se ha quedado dormido en el autobús.
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