Las familias de las víctimas del avión de Spanair reclaman justicia 15 años después
Los supervivientes piden respeto tras el accidente aéreo más letal de los últimos 40 años
El 20 de agosto de 2008, la pista 36 L del aeropuerto de Barajas fue escenario de una de las peores tragedias aéreas de nuestro país. En efecto, estamos hablando del accidente aéreo de Spanair en el que murieron 154 de los 172 tripulantes del avión MD-82, que salía de Madrid, rumbo a Las Palmas de Gran Canaria.
Ahora, 15 años después de la tragedia, Movistar+ ha estrenado un documental sobre el accidente titulado La tragedia de Spanair, en el que algunos supervivientes hablan por primera vez.
Rafael Vidal, uno de los supervivientes, cuenta que el destino lo hizo embarcar en ese avión. “Yo no iba en ese vuelo. Justo cuando iba a embarcar una azafata, empezó a oponerse a que algunos pasajeros subiésemos. Y como era mi primer día de vacaciones, acepté y me fui a tomar algo y cogí el siguiente avión. Fue el destino”.
El fatal accidente
Aquel 20 de agosto, el vuelo 5022, debía salir de Madrid a la 13:00; sin embargo, lo hizo pasadas las 14:24 horas. A las 13:25 horas, el avión estaba en la pista 36 L cuando detectó que la sonda de temperatura RAT daba indicaciones especialmente altas.
“Se inicia la rodadura por la pista para el despegue, entonces el avión se dirige hacia el parking y el capitán nos comenta que ha cancelado el despegue por qué hay una pequeña avería. Una avería que cree que no es muy grave, pero que prefiere que sea revisada por seguridad para el vuelo”, comenta Loreto González, una superviviente que viajaba con su hija en aquel avión.
Los técnicos de mantenimiento confirmaron que el circuito de calefacción estaba averiado. Utilizaron hielo seco para enfriar el sensor y despachan el avión con la calefacción de la sonda inoperativa.
Tras 20 minutos, el avión volvió a retomar las maniobras de despegue. Trascendieron conversaciones de la cabina en la que los pilotos y una tercera persona que se encontraba dentro, dudaban de lo que había pasado. “Eso un parche lo que han hecho”, comentaba uno de ellos.
La tripulación se olvidó de desplegar los flats y los slats, que permiten al avión mantenerse en el aire. Los sistemas de alerta del avión no sonaron nunca. El avión cayó de una altura de 12 metros. Se partió en varios pedazos y explotó.
“Una vez que el avión despegó, aleteó un poco y cayó en picado. Fue una situación que duró unos segundos, pero la gente se dio cuenta de que nos estrellábamos”, aseguraba Loreto.
En la grabación de la caja negra se escucha al copiloto que pregunta: “¿Fallo de motor?”, y el comandante dice: “Vuela el avión. Me cagüen la mar. Vuélalo”.
Nada funcionó como debería
El plan de emergencia de AENA no funcionó, porque se activó demasiado tarde, ya que nadie sabía donde debían acudir, pese a la gran columna de humo que se veía. Los primeros en llegar, fueron algunos de los empleados del aeropuerto que se encontraban en las inmediaciones.
En la operación de rescate intervinieron cerca de 230 sanitarios, 170 policías, 70 bomberos y alrededor de 45 ambulancias. El SAMUR, no llegó al lugar de los hechos hasta media hora más tarde del accidente.
Cerca del lugar del siniestro se montaron 4 hospitales de campaña. Otros heridos fueron trasladados a los hospitales de La Paz, Ramón y Cajal, 12 de octubre e Infanta Sofía. Además, el recinto ferial de IFEMA se convirtió en un tanatorio improvisado.
Investigación judicial
El accidente fue investigado por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC). En octubre de 2008, se publicó el informe preliminar.
El juez estableció como hipótesis de partida que la causa del accidente fue que no estaban desplegados los flaps y los slats. Por esa razón, imputó por homicidio al jefe técnico y a los dos técnicos de Spanair que revisaron el avión antes del vuelo.
En diciembre de 2011, el juez concluyó la investigación del accidente, llevando a juicio a los dos técnicos de mantenimiento que revisaron el avión, acusados de 154 delitos de homicidio imprudente y 18 delitos de lesiones imprudentes.
El procedimiento judicial se alargó durante varios años. Se acusó a dos técnicos de mantenimiento, pero se archivó la causa por que se dio por hecho que la responsabilidad había sido de los pilotos del avión.
Las víctimas reclaman memoria
La asociación de víctimas del accidente del vuelo JK5022 de Spanair ha asegurado que no olvidan lo ocurrido y piden que se abra una nueva investigación autónoma para resolver los casos y devolver la dignidad a las víctimas
"Pensamos que las causas que provocaron esta tragedia siguen latentes en el sistema de aviación civil española, que esto se debió a un fallo sistémico de la aviación civil española, y que ese fallo sistémico sigue latente", defiende Pilar Vera, la presidenta de la asociación.
Por ello, la asociación pide un organismo que investigue los accidentes de múltiples víctimas en diferentes medios de transporte. Además, desde la asociación quieren crear la primera fundación para la seguridad de la aviación en España, con el nombre de "Fundación Agosto 20 de Seguridad Aérea".
Ahora, 20 años después, los supervivientes y familiares de las víctimas, siguen reclamando respeto y recuerdo para sus seres queridos que perdieron la vida en el cuarto accidente aéreo con más muertes en España.
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