Primer plano de Helena Jubany, asesinada el 2 de diiciembre de 2001
SUCESOS

Helena Jubany, la chica de 27 años asesinada en Barcelona: un juez reabre el caso

Los anónimos que recibió son claves en la investigación

El 2 de diciembre de 2001, la ciudad de Sabadell despertó ante un terrible suceso. Helena Jubany, una bibliotecaria de 27 años, fue encontrada muerta en Sabadell después de ser lanzada al vacío en un patio interior, desnuda y con varias quemaduras en su cuerpo. 

Ahora, casi 22 años después, el juez de Sabadell, Juan Díaz Villar, ha ordenado a la Policía Nacional analizar los escritos anónimos que recibió Helena Jubany semanas antes de morir. 

El magistrado, también ha ordenado analizar el material genético que se encontró en el jersey que Jubany vestía la noche de su muerte. 

En dicho jersey no se encontraron restos biológicos ni de Santi Laiglesia ni de Xavier Jiménez, los dos únicos sospechosos del caso. La familia de Helena ha solicitado también que se coparen los restos de ADN no identificados con dos mujeres que también fueron identificadas por el crimen: Montse Careta y Ana Echaguibel. 

Helena Jubany, asesinada en Sabadell el 2 de diciembre de 2001, con una camiseta azul

Dos anónimos y un zumo envenenado

Helena Jubany, periodista y bibliotecaria natural de Mataró, se trasladó a Sabadell para trabajar en sección infantil de la biblioteca en Sentmenat. Desde entonces, empezó a colaborar con la Unión Excursionista de Sabadell (UES). 

Con dicha unión excursionista, Jubany viajó a Gallifa, Mallorca, La Mola y la Costa Brava, entre marzo y junio de 2021. Allí conoció a Montserrat Careta, Santi Laiglesia, Ana Echaguivel y a Xavier Jiménez, los cuatro investigados por el asesinato de Jubany. 

El 17 de septiembre de 2001, Helena encontró en el portal de su casa una botella de horchata -su bebida favorita- y unos pasteles con una nota escrita a mano que decía: 

Helena. Sorpresa. Pasábamos por aquí y hemos dicho: A ver Helena que se cuenta. Somos ??? (Te llamaremos). ‘A comérselo todo’”. 

Días más tarde, el 9 de octubre. Helena encontró un nuevo obsequio en la puerta de su casa. Esta vez, la horchata había sido remplazada por un zumo de melocotón de Granini, acompañado de una nueva carta manuscrita:

Anónimos enviados a Helena Jubany

Helena, ante todo esperamos que te tomes esto el mismo sentido del humor que nosotros. A la tercera revelaremos el misterio. Muy seguro que te reirás con esto. Nos gustaría mucho volver a coincidir en una excursión de la UES. ¡Ya lo hablaremos! Ahora vamos a ver si encontramos un lugar bueno, bonito y barato en Sabadell para perfeccionar el inglés. ¡Ah! Buen provecho, no nos hagas un feo, ¿eh? En la tercera ya nos invitarás tú, sin duda. Besos”. 

No se sabe si Helena o no se comió y bebió la cesta que acompañaba a la primera carta manuscrita. Esta vez, se sabe que la joven se bebió el zumo. Al hacerlo se encontró indispuesta y no se lo acabó. 

Helena probó el zumo en el trabajo. Allí, le dijo a un amigo suyo que no se encontraba bien y que no podía conducir. Salvador, el amigo en cuestión, le cuenta a su mujer la situación y llevan a Helena a dormir a su casa. El matrimonio le ofrece a la joven una infusión, pero se la tira por encima por qué no se puede mantener despierta. 

A la mañana siguiente, Helena no recordaba lo que había hecho la noche anterior. Intrigada, la joven encargó un análisis en un laboratorio de Sabadell. Allí se detectó que el zumo de melocotón del anónimo contenía benzodiazepina, un potente somnífero. 

Una desaparición y un presunto suicidio

La mañana del 30 de noviembre, Helena utiliza su ordenador sobre las 9:55 horas. Un rato más tarde, llamó a Salvador. Además, la joven se tomó la pastilla anticonceptiva de su envase. 

A las 15:00 horas la Helena debería haber ido a trabajar a la biblioteca, pero no acudió. Por otro lado, Montserrat Careta, que trabajaba en un colegio de 9 a 13 y de 15 a 17 horas, tampoco fue a tardar en el turno de tarde. 

Según la investigación, aquel día habría recibido una llamada telefónica por la mañana y, al mediodía, habría salido de casa con el coche hasta la calle Calvet d'Estrella 48, de Sabadell, donde vivían Montserrat y su pareja Santi Laiglesia.

El 1 de diciembre, Helena había quedado con su padre para comer, pero ni se presentó ni lo avisó, por lo que el hombre empezó a preocuparse. Al día siguiente, quedó con una amiga, pero tampoco apareció. 

El 2 de diciembre, el mismo día que no quedó con su amiga, Helena fue encontrada en el suelo del patio trasero del edificio de la calle Calvet d’Estrella. Pese a que la autopsia revela que Helena cayó desde el terrado de dicho edificio entre las 05:00 y las 05:15 horas, un vecino la encontró a las 9 de la mañana. 

El cuerpo de Helena Jubany fue encontrado desnudo, con quemaduras en varios puntos del cuerpo y con la cabeza desfigurada por el golpe contra el suelo, que impidió su identificación inmediata. Además, Helena no tenía sus gafas, que siempre utilizaba. 

Casa de Helena Jubany, asesinada en 2001

Las primeras investigaciones apuntaban a que Helena cayó desde la terraza comunitaria del edificio. Su ropa apareció doblada en dicha terraza. Las quemaduras que presentaba el cuerpo de Jubany indicaban que habían sido realizados antes del suceso. También se encontró una sustancia blanquecina en la vagina, pero nunca se investigó de que se trataba. 

Los primeros investigados fueron Montserrat Careta y Santi Laiglesia, ya que vivían en el inmueble en el que encontraron el cuerpo de Helena. También se investigó a Ana Echaguivel, que también conocía a Helena de la Unión Excursionista de Sabadell

También se apuntó a que la nota del primer anónimo había podido ser escrita por Careta y parte del segundo, podría haber sido escrito por Echaguivel. 

Ninguno de los tres imputados pudo certificar donde estaba el día del asesinato de Helena Jubany. Careta y Laiglesia acudieron el 2 de diciembre a una excursión de la UES, aunque no estaban inscritos. 

Mientras tanto, otro de los investigados fue Xavier Jiménez. Jiménez, que estaba enamorado de Helena, aseguró estar con un amigo el día de la desaparición de la joven. Pese a eso, la primera vez que les tomaron declaración, el amigo de Jiménez no dijo lo mismo, aunque al día siguiente fue a cambiar su declaración. 

Detención y reapertura del caso

El 12 de febrero de 2002, Montserrat Careta fue detenida como presunta autora del asesinato de Helena Jubany. En casa de Careta se encontraron dos botes de Noctamid, un psicofármaco que contiene benzodiazepina, una sustancia que se encontró en el cuerpo de Helena. 

Careta, que fue enviada a prisión preventiva sin fianza en la prisión de Wad-Ras, siempre defendió su inocencia a través de cartas que enviaba a sus familiares y amigos. Tres meses más tarde, el 7 de mayo de 2002, Careta se suicidó en el baño de su celda. En su habitación se encontró una nota en la que la mujer seguía defendiendo su inocencia. 

Los familiares de Helena Jubany y de Montse Careta pidieron la reapertura del caso argumentando irregularidades en la investigación. La Policía considera que aunque Careta fuera culpable, su complexión no le hubiese permitido cometer el crimen sola. 

Pese a que pudiese envenenar a Helena, Careta no pudo subir sola a la joven al terrado ni lanzarla al vacío. La Policía considera que Santi Laiglesia pudo participar en el asesinato de la bibliotecaria. 

El 3 de agosto de 2020, se reabrió la investigación por el asesinato de Helena Jubany. 

Ahora, el juez de Sabadell Juan Díaz Villar ha ordenado a la Policía Nacional analizar el papel en el que fueron escritos los dos anónimos que recibió Helena Jubany. 

Además, se investiga la implicación de Santi Laiglesia tanto en los anónimos, como en el asesinato de Jubany. 

La Policía, asegura que Laiglesia cayó en contradicciones con Careta al ser interrogados tras el crimen. El hombre fue investigado formalmente hasta 2005, cuando se archivó el caso, igual que Montserrat Careta y Ana Echaguibel. Por eso, el caso no prescribirá hasta 2025.

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