Daniel Sancho rompe su silencio y deja a todos mudos con sus primeras palabras

Daniel Sancho, el español acusado de asesinar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, rompía en las últimas horas su silencio. Lo hacía a escasos días de que dé comienzo el juicio en el tribunal de Samui, en Tailandia, y con un mensaje un tanto sorprendente.

Confía plenamente en su inocencia y asegura estar "convencido de que me van a absolver, porque se va a demostrar que fue en defensa propia". Se le acusa de asesinato premeditado y de ocultación del cuerpo tras el descuartizamiento. Este último delito sí que lo ha confesado y podría acarrearle hasta un año de cárcel.

El juicio contra Daniel Sancho comenzará el 9 de abril y se prolongará hasta el 3 de mayo. El chef español, de 29 años, lleva en prisión provisional desde el pasado 7 de agosto.

En una entrevista concedida a Efe asegura que se encuentra "con ganas de afrontarlo, de que por fin se me escuche y poder aclarar las distorsiones y mentiras que se dijeron". Explica que su intención en el juicio "es demostrar que fue en defensa propia". Insiste en que "voy a demostrar lo que realmente pasó".

Daniel Sancho explica cómo ocurrieron los hechos

Daniel Sancho detalla cómo ocurrió la muerte de Darwin. Fue durante una pelea que mantuvieron ambos el 2 de agosto en un bungalow en la isla de Phangan y que "yo no empecé". Tuvo un "desenlace fatal que yo no nunca habría querido", defiende. 

Durante los primeros días de investigación, el español admitía que quería acabar con la relación que mantenía con la víctima desde hace más de un año. Sin embargo, el cirujano se negaba. 

Daniel Sancho confesó que "era un rehén de Edwin, me hizo romper con mi novia, destruir la relación y me sentía desesperado". Ahora se muestra convencido de que la justicia le dará la razón.

El escrito de la Fiscalía, por su parte, admite que el chef mató a Edwin Arrieta intencionadamente con premeditación". Además, "enterró, ocultó, trasladó y destruyó el cadáver". La defensa de Daniel niega en todo momento que existiera premeditación.

Un informe aportado por un despacho criminológico defiende que el chef compró el cuchillo, la sierra y las bolsas para usarlos en su trabajo.