Casi 13 años sin María Piedad: 'Si no llego llámame'

La madrugada del 12 de diciembre de 2010, María Piedad desapareció en Boadilla del Monte (Madrid), después de una cena de empresa de Navidad. 

Con un pantalón negro, una camisa morada y una chaqueta, María Piedad dejó a sus hijos con su madre, Toñi, y salió de casa. “Hija, ten cuidado, que vas muy guapa”, le dijo Toñi a su hija. Fue la última vez que vio a su hija. 

Aquella noche María Piedad, de 31 años, dejó a sus dos hijos, Alejando y Aitor, de 9 años y 8 meses, con su madre y salió a cenar con sus compañeros de trabajo. Entre ellos se encontraba Javi, su expareja y padre de su hijo pequeño. 

Una cena de empresa

Según los amigos de María Piedad, ella había decidido separarse de su exmarido y él no había aceptado esta separación. “Estaba obsesionado”, aseguran. 

María Piedad acudió a ‘El Ricón Castellano’ un mesón cercano al Mercadona donde trabajaban. Aunque no estaba previsto que Javi fuese a la cena, finalmente acudió. 

Después de la cena, los compañeros de trabajo decidieron acudir a un karaoke y, después, a un pub. Sobre las 4 de la mañana, los compañeros decidieron cambiar de pub. Javi insistió en que él y María Piedad fuesen en el mismo coche. 

Una amiga le preguntó a la mujer si iba a acudir. “Sí, vamos, pero si no llego llámame”, le pidió María Piedad a su amiga. A las 04:06 de la madrugada, el teléfono de María Piedad daba señal, pero nunca contestó. 

Minutos más tarde, Javi le escribió un mensaje a la amiga de su exmujer: “Me la llevo a casa, sorry”, escribió. Horas más tarde, a las 8 de la mañana, a Toñi recibió un mensaje desde el teléfono de su hija. “Mamá, nos hemos liado, vamos a plaza de España a tomar chocolate. Tardaré”, decía. 

“Nada más leerlo supe que no era mi hija la que escribía. Lo primero que habría preguntado ella es cómo están los niños porque el pequeñín andaba pachuchillo aquellos días. Ella no era fría; su mensaje, sí”, asegura. 

Aquella noche, la familia de María Piedad escribió a Javi preguntando por María Piedad. “La dejé en la casa a las 04:10 horas”, respondió. Tras eso, y después de que María Piedad no apareciese, el día 13 de diciembre la familia interpuso una denuncia por su desaparición.

Volvieron a preguntarle a Javi por el paradero de María Piedad. “La dejé en la puerta del bloque. Por cierto, iba bastante perjudicada”, contó. 

El exmarido de María Piedad se suicidó 3 días después de su desaparición

La investigación de la Guardia Civil determinó que los teléfonos de María Piedad y Javi se situaban sobre las 4 de la mañana en el polígono Ventorro el Cano, en Alcorcón. 

Un repetidor ubicó a ambos en la Raya del Palancar (Villanueva de la Cañada) entre las 4:52 y las 5:13 horas. Fue en ese lugar donde se encontraron restos de sangre de María Piedad. Después, a las 5:43 horas, los dos teléfonos se ubicaron en Móstoles. 

El martes 14 de diciembre, Javier subió en un autobús con dirección a San Lorenzo de El Escorial. Antes de eso, el hombre se deshizo de los teléfonos y entró a una ferretería. “Quiero una cuerda para colgarme”, le dijo a la persona que le atendió. 

En San Lorenzo de El Escorial, Javi llamó a Toñi y le preguntó si habían encontrado a María Piedad. También preguntó por el estado de salud de Aitor, el hijo de ambos. 

Tras eso, el cuerpo de Javi apareció colgando de una torre de alta tensión en San Lorenzo de El Escorial. No dejó ni nota ni confesión. 

Sin rastro del cuerpo de María Piedad

Para encontrar a María Piedad se abrieron más de 300 pozos y se batieron todas las zonas donde se rastreó su teléfono, pero aun así no encontraron nada. El caso se archivó en 2014 y la familia consiguió reabrirlo en 2018. 

En la reapertura, se pidió que se hiciese un análisis toxicológico de una jeringuilla encontrada en el coche de Javi, pero se desestimó. La familia de María Piedad cree que Javi la drogó antes de hacer desaparecer su cuerpo. 

“María era una mujer que medía casi 1,80. Era fuerte, fue militar antes de trabajar en el supermercado. Cuadra, perfectamente, que Javier pudiera haber hecho uso de alguna sustancia para reducir sus capacidades en caso de defensa”, cuenta la abogada Iciar Iriondo. 

Pese a eso, ahora, 13 años después, nada se sabe del paradero del cuerpo de María Piedad. Ahora, el caso está judicialmente estancado, aunque Iriondo y la familia de la mujer buscan la manera de dar con ella. La Guardia Civil sigue buscando cualquier indicio que lleve a encontrar a María Piedad.