Otra pelea multitudinaria en Cataluña desata el pánico entre los vecinos

Hace tiempo que la inseguridad se ha instalado como uno de los principales problemas y de las preocupaciones de los ciudadanos. Este domingo hemos asistido a una nueva pelea multitudinaria, esta vez en Olot, provincia de Gerona. El detonante fue el robo de un móvil, y la trifulca acabó con varios heridos pero sin ninguna persona detenida.

Según informa El Caso, la pelea empezó cerca de las ocho de la tarde, después de que al parecer alguien robara un teléfono móvil. Hasta treinta personas se vieron implicadas en un intercambio de golpes y patadas que obligó  a la policía a intervenir. Varias patrullas de seguridad ciudadana y antidisturbios se desplazaron hasta el lugar de los hechos, pero cuando llegaron la pelea ya se había disuelto.

Esta nueva pelea multitudinaria reproduce los incidentes ocurridos este verano en varias ciudades catalanas como Manresa, Vic y Molins de Rei. En todos estos casos los implicados eran jóvenes de origen extranjero, cuya violencia sembró el pánico entre los vecinos. En Manresa, sin ir más lejos, los ciudadanos organizaron una manifestación cansados de la inseguridad, y fueron acusados de racistas por la izquierda.

Una pelea entre bandas juveniles

La escena se ha repetido, esta vez en Olot, cuando el miembro de una banda juvenil ha sustraído el móvil a otro joven perteneciente a otra banda. La víctima se encaró con el ladrón, y pronto se añadieron otros amigos suyos desatando una pelea con un buen puñado de jóvenes. Según los testigos, la violencia desatada provocó el pavor de los vecinos y los viandantes, que huyeron en desbandada.

Aunque no hubo ningún detenido, alguno de los implicados sufrió heridas leves y fueron atendidos por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) allí mismo. Agentes de los Mossos estuvieron patrullando por los alrededores para evitar nuevos enfrentamientos. La cosa no fue a más y no hay constancia de nuevos incidentes, aunque los vecinos tardarán en olvidar la escena de violencia a la que tuvieron que asistir.

Los vecinos, hartos de la inseguridad

Junto a otras localidades de la comarca de la Garrotxa, Olot es una de las muchas ciudades catalanas afectadas por el incremento de la inseguridad. Hace años que los alcaldes de los municipios de la comarca piden más policía para evitar los robos, asaltos y okupaciones que convierten en un infierno la vida de los ciudadanos. Las peleas, los actos vandálicos y el incivismo son otra cara de la moneda de este problema que empieza a ser preocupante.