Mujer sorprendida cubriéndose la boca con la mano sobre un fondo de ciudad y un círculo que muestra una mano robando una billetera de un bolsillo trasero de pantalón de mezclilla
SUCESOS

Alarma en Barcelona: la vieja técnica con la que roban a muchos regresa a la ciudad

Los vecinos de un conocido barrio de Barcelona advierten sobre el retorno de un antiguo método usado por carteristas

La sensación de inseguridad vuelve a instalarse entre algunos vecinos de la ciudad. En las calles de un distrito popular, un método de robo que parecía cosa del pasado ha reaparecido con fuerza. Aunque los tiempos cambian, hay técnicas que siguen funcionando igual de bien para los delincuentes.

Esta vez, el objetivo son personas mayores que caminan solas o que necesitan apoyo para moverse. Los vecinos del barrio de La Verneda, en Sant Martí, han detectado un incremento de robos en torno a la plaza de la Palmera. Allí, se repite una excusa poco común: una mancha inesperada sobre la cabeza de la víctima, el truco sirve para distraerla y, en ese momento, aprovechar la confusión para robar.

Bancos y árboles en un parque con un área de juegos infantiles al fondo y edificios residenciales alrededor

Un engaño disfrazado de ayuda

La técnica consiste en generar una situación incómoda que obligue a la persona afectada a detenerse. Alguien le lanza una sustancia sobre el pelo o la espalda, haciéndole creer que ha sido un accidente. En ese momento, aparece una segunda persona que, fingiendo preocupación, se ofrece a limpiar la supuesta mancha.

Actualmente, no se trata de pintura ni kétchup, como en otras épocas. Los ladrones están utilizando mostaza, simulando que se trata de excremento de pájaro. “Se ha puesto de moda echarle mostaza a la gente mayor en la cabeza, sobre todo si van con taca-taca”, comenta un residente a Metropoli.

Mientras la víctima intenta limpiarse, la persona que ofrece ayuda actúa con rapidez. En cuestión de segundos, el ladrón logra sacar el móvil o la cartera sin que el afectado lo note. Es solo después, cuando revisan sus pertenencias, cuando descubren que han sido robados.

Persona con chaqueta oscura roba el bolso amarillo de una mujer mientras camina con un hombre, con un círculo que muestra un envase de mostaza amarillo.

Un clásico que no pierde eficacia

El truco de “la mancha” no es nuevo, se ha utilizado durante décadas en muchas ciudades del mundo, con ligeras variaciones según la época. A veces el producto cambia, pero el mecanismo es siempre el mismo: provocar distracción para facilitar el hurto. La vulnerabilidad de las víctimas, especialmente si son mayores, hace que la táctica siga dando resultado.

Uno de los casos recientes ha afectado a una mujer de 87 años. Su hija explicó que unos desconocidos se acercaron tras ver que llevaba algo sobre el cabello, le ayudaron a limpiarse y aprovecharon para quitarle todo lo que llevaba de valor. Pocos días después, otra vecina sufrió un robo similar a escasas calles de distancia.

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra con uniforme en primer plano

Aunque no existen estadísticas oficiales sobre esta modalidad en Sant Martí, los Mossos d'Esquadra ya han advertido en el pasado sobre técnicas similares. En invierno, los ladrones se aprovechan de abrigos y bolsillos. En verano, optan por objetivos más visibles como el cuello o la cabeza.

Desde el barrio, los vecinos piden más vigilancia en las zonas donde suelen operar estos delincuentes. También reclaman campañas de concienciación para avisar a las personas mayores de que no acepten ayuda de desconocidos en la calle. Una simple mancha puede convertirse en la puerta de entrada a un robo silencioso.

➡️ Sucesos

Más noticias: