29 años sin rastro de Ana Belén: desapareció en extrañas circunstancias
Ana Belén desapareció sin documentación y con 1.100 pesetas y medicación para tres días
El 7 de julio de 1994, Ana Belén Jiménez Armiñana, de 18 años, riñó con sus padres. La joven se fue a tomar café y llegó más tarde de lo acordado. La pelea con sus padres, se resolvió cuando la joven dijo que entendía la preocupación de sus padres y prometió no hacerlo más.
A las 5 de la mañana del día 8 de julio, Ana Belén llamó a su hermana Mari Carmen. "No estoy en casa... Necesito coger aire... Díselo a papá y a mamá", decía Ana Belén con voz nerviosa.
"Pero, ¿dónde vas a ir, Ana Belén? Ve a casa o llamo a papá y vamos a buscarte", contestó Mari Carmen por teléfono. "Serán solo un par de días", aseguró Ana Belén desde una cabina. Desde entonces han pasado 29 años y nadie ha vuelto a saber nada de la joven.
Una llamada desde una cabina, la última pista de Ana Belén
"Acababan de terminar de comer y mi madre le dijo que no se fuera, que hacía mucho calor. Mi madre le dijo que tenía que recoger la cocina, que había cosas que hacer en casa. Entonces mi hermana dijo que no llegaba tarde, que tomaba café y volvía, y se encargaba de los de las tareas que quedaran", contaba Mari Carmen.
Ana Belén no llegó a casa hasta las once de la noche. Su madre, preocupada, riñó a la joven, que prometió no volver a hacerlo. "Aparentemente, todo fue normal, pero no sé qué pasó para que saliera de casa a las 5 de la mañana", cuenta su hermana mayor.
Tras la llamada que recibió Mari Carmen, ella y su padre hicieron la primera batida por Villarrobledo (Albacete), pero Ana Belén, ya no estaba.
Mari Carmen y su padre fueron a la Guardia Civil a denunciar la desaparición de Ana Belén. La joven tomaba medicación, pues desde pequeña sufría ataques de epilepsia. La policía dudó de la desaparición de la joven por qué no podía marcharse sin medicación.
De camino, Mari Carmen y su padre pasar por el taller donde trabajaba el hombre. Allí encontraron la pulsera de Ana Belén junto a una nota. "Me voy unos días, necesito pensar. He cogido 1.100 pesetas del monedero de mamá y llevo pastillas para tres días. No os preocupéis", decía.
La familia de Ana Belén recorrió estaciones de tren y autobús buscando respuestas de la joven, pero nada llevaba a ella. Mari Carmen cree que alguien tuvo que recoger a su hermana en coche, por qué no había ni rastro de la chica.
"Será una cosa puntual"
El protocolo policial de la Guardia Civil exigía esperar 48 horas desde la desaparición de la joven para empezar la búsqueda. Que fuese joven tampoco ayudaba.
Todo el mundo pensaba que la joven había tenido una rabieta y que volvería tras unos días. Su familia quiso creer en la nota en la que Ana Belén decía que volvería a los tres días, pero diez mil días después, nada se sabe de ella.
"Quieres pensar que es una cosa de adolescente, que estaría en casa de alguna amiga, o de alguien, no sé, de su entorno… Empezamos a llamar a todo el mundo, a la familia, a los primos lejanos...", relata Mari Carmen. Pero nadie había visto a Ana Belén.
Cayetano y Antonia, los padres de Ana Belén, dejaron todo tras la desaparición de su hija. Cayetano tenía fe de que Ana Belén volvería a casa. Antonia, en cambio, vivía aterrada tras saber de la desaparición de las niñas de Alcàsser, en la misma época.
Cayetano, tras dejar su trabajo, creó la AFADECAM (Asociación de Desaparecidos de Castilla-La Mancha) y movilizó a todo los medios de comunicación de la época. Todo por encontrar a su hija.
Bulos y pistas falsas
Fue entonces cuando llegaron pistas falsas. En ellas situaban a Ana Belén en un prostíbulo y en un sin fin de ciudades y pueblos de España. Cayetano acudió a todos ellos, pero nada llevaba a la joven. Pero con el paso del tiempo, Cayetano se quedó solo buscando a su niña.
Los chismorreos y bulos que corrían por Villarrobledo, aseguraban que habían sido hallados los restos de la joven en una casa cercana. "Es una casa, decían, que comunicaba con la cochera de mis padres. Decían que mi madre la había emparedado. Eso se publicó", lamenta Mari Carmen.
Entre el aluvión de llamadas que recibía la familia de Ana Belén sobre su paradero, llegó la del registro de Villarrobledo.
"Alguien contactó con el registro. Estamos hablando de hace un montón de años, todo era en papel, todo era presencial. Necesitábamos ir a los sitios para pedir la documentación".
"Alguien llamó al registro para pedir documentación de mi hermana. Este señor no supo gestionar la llamada, era una posibilidad grandísima de haber recabado información y, sin embargo, le dijo que no podía darle ningún dato porque tenía que ir en persona", comenta la hermana.
Cayetano falleció en 2006 sin saber que había sido de su hija. Los hijos de Mari Carmen, no recuerdan a su tía. Al pequeño, Ana Belén no llegó a conocerlo.
"Algo tuvo que pasar esa tarde para que ella tuviera que salir sí o sí, para que se retrasara… Si no quiere volver, que no lo haga, solo necesitamos una llamada, que nos diga que está bien", lamenta Mari Carmen, que ha cogido el testigo de su padre en la búsqueda de Ana Belén.
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