Nastyaphphotos, Getty Images Pro No solo el aceite: el otro producto básico que podría subir mucho de precio en España
Otro producto básico de la cesta de la compra podría disparar su precio
Últimamente, los precios del supermercado están subiendo como nunca antes se había visto. Sin ir más lejos, el mismo aceite de oliva se acerca peligrosamente a los 10 euros el litro, una cifra impensables hasta hace poco. Las familias son las principales afectadas, y la situación podría ir a peor en las próximas semanas.
Otro producto básico del supermercado también podría subir mucho de precio en nuestro país: la carne. Lo cierto es que, hasta ahora, ya había aumentado de precio, pero de forma relativamente moderada. Ahora, los expertos advierten del peligro de una subida muy fuerte.
La carne podría disparar su precio por las nuevas regulaciones
El precio actual de la carne de pollo se encuentra en torno a los 3,25 euros por kilo, pero podría alcanzar los 9,75 euros sin problema. Al menos esto es lo que aseguran los productores, según La Razón.
El motivo de esta subida de precio se trata de las nuevas normativas que quiere promover la Comisión Europea, estableciendo una serie de reglas para el trato de animales de granjas y pastos. Un ejemplo es la prohibición de jaulas en toda la producción de carne de cerdo, pollo o conejo.
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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos ha sido la encargada de presentar un informe donde detalla el impacto que puede suponer estas nuevas normativas. Avisan que podrían suponer un impacto económico muy elevado, perjudicando tanto a ganaderos, como a consumidores.
Unos costes que muy pocos podrán asumir
Esta posible triplicación del precio se atribuiría a los costos adicionales que asumirían los productores para adaptarse a las nuevas normativas. Uno de los sectores más afectados podría ser la avicultura, con la propuesta de reducir la densidad de población de pollos de engorde convencionales a un máximo de 11 kg/m².
Es decir, reducir las aves que conviven por metro cuadrado. Eso supondría una inversión de dinero muy elevada, a la que muchos no podrían hacer frente.
Eloy Ureña, responsable del sector avícola de la COAG, advierte además de que la menor densidad de población de los animales no garantiza una mejora en el bienestar animal. Además, alerta de que podría resultar en desafíos adicionales y mayores costos operativos.
Pero, final, el más perjudicado sería el consumidor, que vería cómo los precios de un producto tan básico empezarían a dispararse. Todo ello, además, se sumaría a los altos precios que ya se pagan en las grandes superficies, como consecuencia de la inflación.
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