¿Por qué escanean el iris a cambio de dinero en España y qué harán con esos datos?
Cada vez más jóvenes optan por vender sus datos biométricos, sin evaluar los riesgos que puede entrañar eso
El escaneo del iris a cambio de dinero se está convirtiendo en una práctica muy frecuente entre los jóvenes españoles. Por lo general, las compañías suelen captar su atención en los centros comerciales, donde llegan a formarse largas colas. Una decisión que toman prácticamente de manera instantánea, sin evaluar los riesgos que esto entraña.
Entregan sus datos biométricos a cambio de una pequeña retribución que oscila entre los 30 y 100 euros. Pero desconocen todo lo que puede esconder este tipo de acciones.
Y es que la información escaneada puede verse expuesta a una filtración de datos o a una suplantación de identidad. Esto último, por ejemplo, pondría en peligro la seguridad bancaria del usuario. Pero los expertos también encuentran otras posibles fugas.
Los detalles que se obtengan de esta operación pueden ser comercializados a terceros. Sin olvidarnos que también existe la posibilidad de que se recopile información sobre los ciudadanos para completar bases de datos de inteligencia artificial. Resulta especialmente complicado cuantificar el riesgo que pueden llegar a generar estos escaneos de iris.
Una de las compañías que lleva a cabo dicha tarea asegura que su objetivo no es archivar datos biométricos. Más bien tratan de validar la identidad de las personas y de esta forma confirmar que sea "única y humana" para acceder a su sistema de identificación digital. Indican que este procedimiento que llevan a cabo resulta totalmente legal.
En cualquier caso, cada vez son más los países que deciden bloquear los servicios de estas empresas de escaneo de iris. Optan por aplicar un control cada vez más férreo.
El escaneo de iris se encuentra en entredicho
Todo lo que envuelve a este tipo de escaneos se encuentra en entredicho. Hay muchas dudas sobre el uso que se le dará a esa información y las consecuencias que pueden provocar con el tiempo.
De momento, las autoridades europeas y la Agencia Española de Protección de Datos ya se han puesto manos a la obra. Analizan si este tipo de iniciativas cumplen con los principios que recoge el reglamento general de protección de datos, recoge El Periódico. Por ahora evitan pronunciarse hasta que tengan una conclusión clara.
Una de las compañías implicadas en este ensayo insiste en que no almacenan esos datos que se obtienen. Los emplean para crear un código número que harán las funciones de identificador digital. Una vez que acaben con ello proceden al borrado para cumplir con los protocolos de privacidad y seguridad, apuntan.
Deben informar al ciudadano sobre el uso que le darán a los datos
Las agencias de protección de datos recuerdan que el tratamiento de datos exigen el consentimiento de la persona implicada. Debe ser debidamente informada sobre el uso que se le dará a dicha información.
La compañía que recolecte estos detalles debe comunicar la identidad y datos de contacto del órgano que trate los mismos y la finalidad. Además debe comunicar el tiempo que los conservará, si los cederá a terceros y si habrá trasferencia de detalles fuera de la Unión Europea.
En el caso de los menores de 14 años, para participar en este tipo de iniciativas necesitan disponer de la autorización de un adulto.
Más noticias: