Los clientes de Ametller Origen no dan crédito por lo que han visto en una tienda
Los rótulos de una de sus pescaderías han dejado al descubierto unas graves faltas de ortografía en catalán
Ametller Origen tiene un sello de identidad que muchos de sus clientes revisan con lupa. Siempre se ha posicionado como un supermercado referente en el ámbito catalán. Así que apuesta por productos de proximidad y con claro arraigo a Cataluña.
Con esta filosofía por bandera, lo normal es que sus clientes remen en la misma dirección. De ahí que sean exigentes, con aspectos como un buen etiquetaje en catalán. Cosa que no ha pasado en la pescadería de Ametller Origen de la calle Berlín de Barcelona.
Tal como ha mostrado una clienta en una imagen publicada en redes sociales, las faltas de ortografía en esta sección son flagrantes. Se lo ha tomado con humor y de hecho ha invitado al resto de internautas a jugar a encontrar los errores ortográficos del mostrador.
Ametller Origen ha tenido un despiste con el catalán
Algunos son bien llamativos y han dejado sin palabras a los compradores más catalanes. Llagusti San Carle, berberecho, calamar platya o llubarro de rossas son un ejemplo. Y es que la mayoría de estos letreros se han escrito tal cual suenan, dejando a la vista unas faltas que dañan los ojos.
Llagostins de Sant Carles, escopinyes, calamar platja o llobarro de Roses hubiese sido lo correcto. Los mensajes a la publicación no ha tardado en llenarla de críticas. Además, lamentan que la persona encargada de escribir no se haya fijado en otros carteles en los que sí que están las palabras bien escritas.
Pero más allá de la crítica, ha habido un perfil que ha ofrecido una solución a Ametller Origen que le puede llevar a evitar este tipo de errores. La idea se trata en contratar a personas que hayan pasado previamente una prueba de catalán. De no ser así, que sepan buscar palabras por internet o preguntar a compañeros cómo se escribe correctamente alguna palabra antes de escribirla.
El esfuerzo que muchos clientes valoran
Otros, por ejemplo, lamentan que el único tema que se esté debatiendo es la mofa sobre cuántas faltas se encuentran. En este sentido, valora que intenten etiquetar en catalán y que muestren este esfuerzo.
Sea como sea, lo que está claro es que ir a comprar a Ametller Origen puede ser toda una experiencia. Y, según cómo lo mires, hasta puede convertir en una clase de filología catalana.
Más noticias: