Cae el bote del último sorteo de la Primitiva en Cataluña: 32 millones de euros

La Primitiva ha repartido suerte en Cataluña. Concretamente en el barrio de Sant Salvador de Tarragona, donde un jugador ha sido agraciado con ni más ni menos que 32,1 millones de euros. La suerte le ha sonreído a este afortunado en el sorteo especial de la Primitiva de este jueves, 11 de abril.

De hecho, este tipo de sorteos premian al ganador con 30,8 millones de euros. Pero, al sumarse los premios menores del sorteo de la Primitiva, el afortunado se ha quedado con los más de 32 millones, una cifra nada envidiable.

La Primitiva y sus otros premios

Además del ganador de Tarragona, otros cuatro afortunados se llevaron premios de segunda categoría, cada uno con un premio de aproximadamente 57.000 euros. Estos boletos fueron sellados en Aspe (Alicante), Nuñomoral (Cáceres), Manises (Valencia) y uno a través de Internet. La noticia ha generado un gran revuelo en el barrio tarraconense.

No cabe duda de que celebran que la Primitiva haya caído entre uno de sus vecinos, pero todos lamentan no haber sido ellos mismos. Ahora todo el mundo quiere saber dónde ha comprado el número premiado. Así que seguro que pronto habrá colas en la librería ubicada en la avenida Sant Salvador número 78 de Tarragona.

Tres euros a cambio de siete millones

Una suerte parecida es la que corrió otro jugador de la Primitiva hace unos meses. En esta ocasión la Primitiva cayó en A Coruña, donde un jugador apostó tres euros y ganó cerca de siete millones de euros.

Estos casos demuestran que, aunque a veces parezca imposible, tocar siempre toca. Ahora solo tienes que jugar para esperar que algún día la Primitiva llame también a tu puerta.

La Primitiva, una lotería mítica en el país

La Primitiva es uno de los juegos de azar más populares entre la gente aficionada. Para jugar solo tienes que buscar una combinación de seis números, y elegir la modalidad del juego.

Una sola apuesta o una apuesta múltiple puede llevarte a la soñada victoria. Eso sí, no sin antes apuntar un reintegro y el número complementario. A partir de aquí, la suerte está echada.