Avisan de lo que pasará con los coches con la etiqueta B de la DGT en 2 años

En la actualidad, cada vez es más complicado circular por el centro de las ciudades con vehículos de mayor antigüedad. De hecho, tan solo se puede estar seguro de aquellos con distintivos medioambientales ECO y 0.

No obstante, el problema reside en que son más los españoles cuyos vehículos tienen los distintivos B o C de la DGT. Los primeros, en este caso, se enfrentarán en un futuro muy próximo a nuevas restricciones que pueden ponérselo todo algo más complicado.

Las Zonas de Bajas Emisiones, un problema para muchos vehículos

Todo viene de la mano de las Zonas de Bajas Emisiones. El pasado 1 de enero de 2023 se convirtieron en obligatorias en los municipios de más de 50.000 habitantes y en opcionales para los que tengan menos.

Aunque su competencia y las normas pertenecen a cada ayuntamiento, parece que pronto experimentarán cambios. Así lo recoge el Real Decreto 1052/2022 del 27 de diciembre, en su Artículo 10, Epígrafe 4:

“El proyecto de ZBE deberá revisarse, al menos, a los tres años de su establecimiento y, posteriormente, al menos, cada cuatro años, con el fin de garantizar que se están alcanzando los objetivos planteados en el proyecto, y que responden a lo establecido en este real decreto.”

Las restricciones pueden variar en 2026

De este modo, con la ley en la mano, las Zonas de Bajas Emisiones estarán obligadas a revisarse cada 3 años. Esto implica que, en 2026, se llevará a cabo el primer estudio, que puede derivar en unas normas más estrictas, sobre todo, con algunos vehículos en concreto.

Las ZBE continuarán siendo competencia de cada ayuntamiento, pero sus normas pueden ser más tajantes. Es decir, se pueden aplicar más restricciones a los vehículos más contaminantes, como son aquellos con etiqueta B de la DGT.

Qué puede suceder dentro de 3 años

Por este motivo, en ciudades como Madrid y Barcelona, donde las Zonas de Bajas Emisiones están más instauradas, las cosas pueden cambiar a partir de 2026.

De hecho, puede que se decida prohibir la entrada a los municipios de aquellos vehículos con etiqueta B que no estén empadronados. Más adelante, se podría incluso prohibir su entrada por completo. En el resto de los municipios, la decisión recaerá en cada ayuntamiento, por lo que es complicado conocer qué puede suceder dentro de 3 años.