Votantes de izquierdas hunden a Alberto Garzón en redes tras anunciar que se retira

De su valía como economista, se  sabe poco, pero sobre su labor como Ministro no hay muy buenas opiniones. Y no es para menos; porque, sobre sus espaldas –y  sobre las de todos los ministros de los gobiernos que hemos conocido desde 2008- pesa un honor dudoso. ¿Cuál? Haber conseguido que, hoy, nuestra renta disponible esté por debajo de la que teníamos en 2007.

Ahora, nuestro PIB per cápita equivale a un 85% de la media de la UE. Nos superan Malta (102%), Italia (96%), Chipre (92%) o la República Checa (91%). Incluso en Lituania (89%) y Estonia (87%) se vive mejor que aquí.

Alberto Garzón, que es de quien hablamos, forma parte, en tanto que Ministro de Consumo, del selecto grupo de mentes que nos ha llevado donde estamos. Ahora, aunque ya lo anunció antes de las Generales, dice que ahí nos quedamos. Él, perpetrada ya tropelía, deja la política.

Por eso, quizá, en Twitter pocos lamentan su marcha.

No se va porque quiere: se va porque le echan

Con todo, su responsabilidad en que seamos de nuevo candidatos a recibir Fondos europeos de Cohesión es limitada. Como Ministro de Consumo, se le conoce más por otros desaciertos.

Son, en concreto, sus problemas por hablar de más sobre la carne y sus sonrojos por prometer acerca de las apuestas y los menores cosas que no ha cumplido. Además, tampoco ha hecho nada muy reseñable para combatir la inflación. De hecho, casi ni ha terciado en debates como el de la cesta de la compra básica. Y tal cosa es, como poco, inquietante, porque, si algo compete a un Ministro de Consumo, es ese asunto.

Yolanda Díaz, lideresa de Sumar y consorte política de Sánchez, ha llevado el peso del tema. El otoño pasado, Garzón aún actuaba como segundo de Díaz cuando a ésta le dio por echar la culpa de todo a Mercadona.

Después, ya durante esta primavera, Yolanda ya no echaba mano de él. Ni para eso, ni para nada.

Mientras, Garzón languidecía en la cómoda posición del que se sabe ya próximo al cese: si para Podemos no hay sitio en el Consejo de Ministros, para IU, todavía menos. ¿A qué se ha dedicado Garzón desde entonces? Muy probablemente, a prepararse una salida. Su labor no es nada bien valorada. Ni siquiera por votantes de izquierda.

¿A qué se dedicará?

No da muchas pistas, pero cuenta que, además de dejar de ser Ministro, dejará de ser coordinador general de Izquierda Unida. El Ministerio de Consumo había sido siempre una Dirección General del Ministerio de Sanidad. Fue así hasta 2020 cuando, por aquello de dar su cuota de poder a IU, Sánchez convirtió el negociado en Ministerio.

Ahora, cuando se conozca el nuevo Gobierno, veremos qué sucede. A priori, parece difícil que vuelva a haber un Ministro de Consumo en España. Coordinador de IU nuevo, nadie sabe si habrá. Hoy, la vieja herramienta de Julio Anguita es poco más que logotipo anticuado que comparte estantería con la hoz y el martillo del PCE.

De Garzón, dicen, su gran logro ha sido ese: desguazar IU. Alguna canonjía, seguro, le aguardará en algún sitio, pero en las redes, hoy al menos, se ha llevado las suyas y las de un chino. Lo más suave que le dicen es que la suya es una “pérdida imperceptible”.