Montaje de Josep Gonzàlez-Cambray con una manifestación de un sindicato de maestros de fondo
POLÍTICA

Y al final la USTEC se salió con la suya con Cambray

Los sindicatos celebran el cese del conseller

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado hoy la remodelación de su gobierno tras la salida de la consellera d’Acció Climàtica, Alimentació y Agenda Rural. Teresa Jordà deja el Govern para incorporarse a las listas de ERC en las elecciones al Congreso. Aragonès ha aprovechado su salida para forzar una crisis de gobierno y cambiar dos consejerías más.

Uno de los sacrificados ha sido Josep González-Cambray, el polémico consejero de Educación que llevaba tiempo en el punto de mira de los estamentos docentes. En especial el sindicato mayoritario de profesores, la USTEC (Unió Sindical dels Treballadors d’Ensenyament de Catalunya). Esta mantenía desde hacía tiempo una cruzada contra Cambray, y hace poco pidieron su dimisión.

Josep González Cambray en una rueda de prensa delante de los medios

Fue tras las elecciones municipales del 28 de mayo, cuando el sindicato pidió a Aragonés que cesara a Cambray para revertir el batacazo electoral. En un comunicado, señalaron la necesidad de “un giro de 180 grados en las políticas educativas”. Y cargaron contra el ‘conseller’ por el fracaso de la última negociación sobre las condiciones laborales del personal educativo y sus reivindicaciones.

Pere Aragonès, que evitó su cese antes de las elecciones, accede ahora a su relevo consciente de la impopularidad que arrastra. El consejero deja atrás dos años de polémicas, huelgas y protestas, en un mandato que será recordado por el lema ‘bye bye Cambray’. Los principales focos de tensión han sido el conflicto laboral con los docentes y las promesas incumplidas a las familias, principalmente con los barracones y el plan de climatización.

Celebran la marcha de Cambray

La USTEC ha celebrado el cese de Cambray y confían que “el liderazgo al frente del Departamento vaya acompañado de un cambio profundo en las políticas”. No son los únicos. La CGT ha ido más allá y ha brindado con cava por la marcha del consejero, a quien consideran “persona non grata”.

CCOO y UGT se suman al aplauso por el adiós a Cambray, recordando que tras su paso Cataluña es líder en incomprensión lectora y fracaso escolar. Además, saludan a Anna Simó, nueva consejera, como alguien “dialogante y con amplia experiencia política en el ámbito de la educación”. Desean que su llegada ponga fin a una etapa, la de Josep González-Cambray, marcada por el conflicto y el autoritarismo.

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