Toni Comín, el más listo de la clase del Govern del Procés
Mientras casi todos los políticos de 2017 son o serán historia, Toni Comín se asegura un cargo hasta 2029
Como son las cosas: Toni Comín, menospreciado por buena parte de la clase política, se ha asegurado seguir cinco años más como eurodiputado. Este pasado miércoles fue proclamado jefe de cartel de Junts para las elecciones europeas de junio, de modo que en 2029 habrá pasado una década entera en el Parlamento Europeo.
Esto quiere decir: cinco años más cobrando 8.750 euros brutos al mes, 4,512 euros al mes en dietas generales i 25.000 euros al mes en asistentes. Pero no solo eso: hay otras dietas y una pensión a partir de los 63 años, que puede llegar a ser de hasta 6.000 euros al mes.
Además, Toni Comín recibirá una pensión de fin de mandato cuando deje de ser eurodiputado a un mes por año trabajado, de modo que tendrá unos 100.000 euros más.
Comín tiene ahora 53 años y la vida resuelta. Es más, puede llegar a ser prácticamente el único de los consejeros del Govern de Puigdemont de 2017 que siga cobrando un sueldo público en 2025. Si dejamos de lado Josep Rull -que vuelve ahora a la política tras seis años apartado-, la posible retirada de Carles Puigdemont dejaría a Toni Comín como el único superviviente.
Hay que tener en cuenta que mientras otros siguen inhabilitados y pasaron por la cárcel, Toni Comín percibe un sueldo desde 2019 superior al del president Aragonès y es el único que lo tendrá asegurado hasta 2029. Quién se lo iba a decir cuando se fue de Cataluña tras el uno de octubre, ¿verdad?
El sorprendente currículum de Toni Comín
El ahora político de Junts per Catalunya será uno de los beneficiados de la ley de amnistía, de modo que volverá este 2024 a Cataluña. Lo hará como eurodiputado, mientras Junqueras o Turull siguen inhabilitados y otros como Dolors Bassa o Carles Mundó dejaron la política activa.
Si Clara Ponsatí no logra el escaño y Puigdemont no es investido presidente y se va a casa, Comín quedará como el único superviviente con el permiso de Rull y Serret, que ahora es consellera de ERC.
La sorpresa para buena parte de sus compañeros históricos de trabajo será mayúscula. Toni Comín llegó al PSC con el ascendente que le daba ser hijo de Alfonso Carlos Comín. Era profesor de Filosofía y en 2004, con tan solo 33 años, fue elegido diputado por los socialistas. Estuvo en el Parlament hasta 2010, cuando el Procés lo empujó a abandonar el partido.
Comín viró hacia el soberanismo y allí estaba ERC para darle cobijo. En 2015 formó parte de Junts pel Sí y desde 2016 fue nombrado consejero de Salud. Era uno más a Esquerra, había hecho la transición y merecía la plena confianza de Junqueras. Hasta el uno de octubre de 2017, cuando decidió que la cárcel no era para él y se fue con Puigdemont.
Durante el 2018, Toni Comín no ostentó ningún cargo público y residió en Waterloo con Carles Puigdemont. Su futuro laboral y económico era incierto, hasta que llegaron las europeas de 2019 y Comín hizo su segundo cambio de chaqueta y dejó ERC para pasarse a Junts. Fue elegido eurodiputado, cargo que mantendrá tras ser proclamado cabeza de lista.
Mientras (casi) todos los dirigentes del Procés pueden ser historia en unos meses, Toni Comín seguirá ostentando un cargo público importante hasta 2029. A veces, los que pueden parecer menos preparados, son los más vivos y, sin lugar a dudas, el hijo de Alfonso Comín es uno de ellos.
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