Suecia 'ha declarado la guerra al mundo musulmán'
Las quemas del Corán desatan una crisis diplomática internacional
La guerra de civilizaciones da un paso más en el corazón de Europa. La quema del Corán en Suecia desató una ola de indignación en el mundo musulmán de consecuencias aún inciertas. De momento, 56 países islámicos se han para coordinar una estrategia conjunta ante lo que consideran un nuevo desafío occidental.
Todo empezó en la mayor mezquita de Estocolmo, en Suecia, donde una manifestación acabó con la quema del Corán. Las autoridades suecas autorizaron el acto bajo la libertad de expresión. E Irak reaccionó con la expulsión de la embajadora sueca después de que una turba incendiara la sede diplomática.
La espiral de tensión ha continuado en Dinamarca, donde un grupo patriótico ha quemado un Corán frente a la embajada iraquí y lo ha retransmitido en directo. La crisis de la quema del Corán ha provocado la reacción de altas instancias. Desde el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, hasta la ONU y el alto representante de la UE, Josep Borrell.
'Ha declarado la guerra'
El ayatolá Alí Jamenei, máxima autoridad en Irán, amenazó al Gobierno sueco por “haber declarado la guerra al mundo musulmán”. El líder iraní ha criticado a las autoridades suecas por amparar al hombre que quemó y pateó el Corán. Y ha pedido su entrega al sistema judicial musulmán.
El gobierno iraní ha ido más allá y ha advertido a Suecia de que se atenga a las consecuencias si no pone al “criminal” en manos de la justicia.
“Todos los estudiosos del mundo musulmán coinciden en que este gesto de insulto al santo Corán merece ser respondido con el castigo más duro”, ha dicho el ayatolá. Mientras, su gobierno ha coordinado con Bagdad una respuesta conjunta. Este lunes convocarán a los 56 ministros de Exteriores de los países integrantes de la Organización para la Cooperación Islámica para tomar medidas drásticas.
El doble rasero de la ONU, la OTAN y la UE
La ofensiva diplomática ha asustado a los países europeos, y Dinamarca ya ha salido al paso para condenar la quema del Corán. Suecia ha condenado la acción pero también recordó que “la Constitución exige muchas razones para denegar a una persona permiso para una reunión pública”.
Las quemas del Corán se han convertido en un símbolo de las manifestaciones patrióticas en los países del norte de Europa. Sus promotores denuncian la amenaza que supone el islamismo para los valores liberales y cristianos europeos. Y advierten del peligro de una sustitución cultural en el continente.
Por su lado, la ONU, la OTAN y la UE han condenado lo que consideran un ultraje y una ofensa al mundo musulmán. La ONU ha advertido de que la libertad de expresión no puede amparar las ofensas a las creencias religiosas. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha censurado la quema del libro sagrado.
Mención especial merece el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell. Este ha condenado el acto, que ha definido como “ofensivo” y “una grave provocación”. Su defensa del islam contrasta con el silencio que siempre ha guardado ante los ataques a la persecución de los cristianos en el mundo.
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