Un grupo de personas sostiene una pancarta en una manifestación mientras se levanta humo rojo en el fondo.
POLÍTICA

S'ha Acabat abre hueco en las universidades catalanas desafiando al separatismo

A la universidad procesista se le acumulan las sentencias judiciales en contra

Durante años, las universidades catalanas han estado marcadas por un ambiente de hegemonía ideológica ligado al independentismo y a sectores radicales de izquierda. Las expresiones contrarias al consenso procesista han sido objeto de exclusión, cancelación e incluso violencia física. Sin embargo, este panorama empieza a mostrar signos de cambio. El sindicato estudiantil S’ha Acabat ha logrado abrirse paso y consolidar su presencia en varios centros universitarios, a pesar de la fuerte oposición de colectivos separatistas.

Una de las victorias más significativas para este grupo se produjo recientemente en los tribunales. La Audiencia Provincial de Barcelona elevó a dos años la condena contra cuatro estudiantes separatistas que agredieron a miembros de S’ha Acabat durante un acto en la Universitat Pompeu Fabra. El ataque, que tuvo lugar en febrero de 2022, fue motivado por razones ideológicas, según reconoce la sentencia. Los agresores impidieron el derecho de reunión de la entidad mediante el uso de la violencia, lo que derivó en la tipificación de un delito contra los derechos fundamentales.

Este fallo judicial no solo refuerza el derecho a la libertad ideológica y de expresión en el entorno universitario. También sienta un precedente contra la impunidad de la violencia política, una dinámica que ha estado presente en varios campus catalanes. Desde S’ha Acabat, calificaron la resolución como un “precedente histórico” y reafirmaron su compromiso de continuar combatiendo lo que consideran un clima de totalitarismo ideológico.

Varios miembros de S'ha Acabat protestando, con dos personas en primer plano. Una de ellas es Júlia Calvet, que grita en un megáfono

Otro éxito judicial reciente fue la anulación del veto impuesto por la Universidad Autónoma de Barcelona a su participación en la feria de entidades. La UAB argumentó que la presencia del sindicato constitucionalista podía generar conflictos. Sin embargo, el tribunal reconoció que dicha prohibición constituía una forma de discriminación ideológica. La resolución permitió a S’ha Acabat instalar su carpa informativa junto al resto de organizaciones, incluyendo colectivos de carácter separatista como el SEPC.

La universidad procesista también se desmorona

Estos fallos se producen en un contexto en el que las universidades catalanas evidencian las tensiones de una etapa posterior al auge del procés. Diversos episodios recientes, como la cancelación de conferencias, los escraches a docentes o las irrupciones en actos institucionales, reflejan la persistencia de sectores organizados que rechazan la pluralidad ideológica. La Universidad de Barcelona, por ejemplo, suspendió la intervención del historiador Fernando Paz tras presiones de colectivos que calificaron su presencia como “discurso de odio”.

Un grupo numeroso de personas se reúne alrededor de una mesa mientras una columna de humo rojo y negro se eleva en el centro del evento al aire libre.

No obstante, la respuesta judicial a estos actos de exclusión ha comenzado a corregir parte del desequilibrio. En este sentido, la expansión de S’ha Acabat se interpreta también como una señal del desgaste del modelo procesista en los campus. El dominio ideológico construido durante más de una década muestra ahora fisuras, como en general ocurre en Cataluña en todos los órdenes.

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