Sentit Crític ataca a E-Notícies mientras cobra casi 400.000 euros anuales públicos

El medio digital Crític se ha preguntado por qué crece Aliança Catalana y la “extrema derecha” en general. Su conclusión es que se debe a la existencia de un “ecosistema digital” que la impulsa. La pieza lleva por título Quién es quién en el ecosistema digital de la extrema derecha catalana y la firma el periodista de investigación Roger Palà.

Mas allá de los detalles, este análisis no es nuevo. De hecho, es ya muy habitual entre las figuras de izquierdas, que explican el auge de esta clase de formaciones políticas sin hacer referencia a ningún otro factor que el mediático. Esto resulta doblemente paradójico si se tiene presente que estos partidos crecen al margen del poder mediático real.

En cualquier cosa, Roger Palà señala que Orriols ha crecido de manera paralela a un grupo de “periodistas e influenciadores que actúan como cámara de resonancia de los postulados más conservadores”. En este sentido, señala a medios como 8TV o E-Notícies. Pero también a todo un grupo de figuras individuales y “agitadores”, que van desde Pilar Rahola hasta Ramón Cotalero o pasando por Enric Vila y multitud de usuarios en redes sociales.

Otro ‘chiringuito’ mediático

En última instancia, la postura de Crític no es más que otra expresión del establishment periodístico, que claramente ha perdido el tren de las nuevas formas de comunicación. Porque si se analizan las cuentas de Crític lo que se observa es un tradicional medio subvencionado y que, como los ‘chiringuitos’, presenta una clara estructura financiera. Es decir, un impacto objetivo más bien escaso y un gasto mayoritario en personal.

En el caso particular de Crític, en 2023 alcanzó unos anecdóticos 50.000 lectores de media mensual, que son dieciseis veces menos los lectores que tiene E-Notícies. Aun así, esto no es obstáculo para que Crític recibiera 107.000 euros en subvenciones, 226.000 en publicidad pública (ya sea de instituciones, ‘chiringuitos’ o fundaciones de partidos) y 46.000 euros en encargos. En consecuencia - y como explica la propia página web de Crític - “el 60% del gasto se ha destinado al pago de sueldos del equipo coordinador del medio”. Es decir, que a todos los efectos se trata de un ente público.

En el apartado de las anécdotas, destaca la referencia del artículo al podcast de E-Notícies, La Catalunya Woke, que se caracteriza por su tono manifiestamente cómico. De hecho, se señala como si fuera una crítica que por el podcast hayan pasado figuras de ideologías muy distintas, desde Alejandro Fernández (PP) hasta Jordi Aragonès (AC) o antiguos miembros de CiU.

Del mismo modo, también es llamativo que una pieza de periodismo de investigación analice periodos temporales diferentes. Así, por ejemplo, para hablar de las subvenciones públicas se habla de la antigua etapa de E-Notícies, con otra dirección y propiedad. De esta manera, Palà pasa revista a las subvenciones que recibió E-Notícies cuando la propiedad era otra y cuando Orriols ni tan siquiera era una figura conocida.

Un impacto mínimo

Finalmente, también es digno de destacar las referencias que se hacen a opinadores particulares como parte del “ecosistema digital” de Orriols. Se habla, por ejemplo, de un artículo que una vez publicó Ramón Cotalero en ElPunt Avui, a pesar de que él mismo dice que no es de AC. Y también se comenta una columna de Enric Vila en ElNacional, donde defendía que “más allá de Sílvia Orriols (…) el nacionalismo catalán solo ha dado equilibristas y buenos chicos”.

En definitiva, desde el establishment subvencionado, Crític analiza el auge de Orriols y otras voces similares sin salirse del guion mediático. Esto no es más que una proyección de lo que Crític desearía para sí: que las subvenciones públicas que reciben se tradujeran en una influencia de la cual carecen. Sea como fuere, este análisis llegará a unas 50.000 personas.