Quién es Ramon Espadaler: de fiel escudero de Duran i Lleida a candidato del PSC

“Nuestro pacto se entiende por la excepcionalidad del momento; en otro contexto, no haríamos una alianza preelectoral con el PSC”. Son palabras de Ramon Espadaler, líder de Units per Avançar —la formación heredera de Unió Democràtica— en noviembre de 2017 a ‘La Vanguardia’. Con el pretexto del ‘procés’, Espadaler justificaba presentarse con los socialistas, con él mismo como número 3.

Sin embargo, esa excepcionalidad parece haberse eternizado hasta dejar en evidencia al propio Espadaler. Repitió en 2021 en el tercer puesto socialista y también lo hace este 12 de mayo. La antigua Unió y más concretamente su único rostro visible han encontrado acomodo en un grupo parlamentario situado, ‘a priori’, a una considerable distancia ideológica.

Espadaler, un superviviente de la política catalana

Pocas historias de supervivencia pueden encontrarse en el Parlament de Cataluña que supongan el mérito que acumula Ramon Espadaler. La que arranca este viernes, 26 de abril, es, ni más ni menos, la undécima campaña consecutiva de unas elecciones catalanas en la que toma parte. Y no siempre bajo las mismas siglas.

El nombre de Ramon Espadaler es uno de los destacados de la política catalana desde los 90. Lo ha sido absolutamente todo: diputado, director general, ‘conseller’ —en dos ocasiones, en dos departamentos distintos y en dos Governs distintos—, candidato, líder orgánico y, ahora, de nuevo un mero diputado en el grupo con el que rivalizaba hace menos de una década.

Espadaler es una de esas figuras que responde a la perfección a la definición de político profesional. A sus casi 61 años, supera ya los 33 dedicados a la vida pública y, para más inri, de la mano de opciones muy distantes desde el punto de vista ideológico.

El fiel escudero de Duran i Lleida

Espadaler siempre fue uno de los protegidos del sempiterno líder de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran i Lleida. Bajo su cobijo, construyó una admirable carrera política aprovechando la cuota democristiana en los amplios ámbitos de poder que ocupó CiU durante décadas.

Desde el inicio de su militancia en 1989, Espadaler fue teniente de alcalde en su pueblo natal, Sant Quirze de Besora (1991-1999) y, tras dos mandatos, fue elegido edil en el Ayuntamiento de Vic, donde también ostentó una tenencia de alcaldía. No duró demasiado: a los dos años, dejó el acta para ejercer como director general de Administración Local (1999-2001) en el último Govern de Jordi Pujol. En 1992 obtuvo su acta de diputado en el Parlament, que mantuvo en primera instancia hasta el año 2000.

En 2001, Pujol le nombró ‘conseller’ de Medi Ambient, cargo que ocupó hasta que, en 2003, el ‘tripartit’ mandó a CiU a la oposición. Allí pasó siete años como diputado, mientras se fortalecía en el partido, como mano derecha de Duran y presidente del Consejo Nacional. En 2010, ya con Mas en el Govern, permaneció como diputado de CiU hasta que, en 2012, el entonces ‘president’ le otorgó su cargo de mayor responsabilidad: ‘conseller’ de Interior.

Pese a protagonizar polémicas en una cartera muy caliente ‘per se’, Espadaler se mantuvo en el cargo hasta 2015. Fue la voz de Duran en el Govern —Joana Ortega, vicepresidenta, era más próxima a Mas pese a ser de Unió— hasta la ruptura de CiU y la expulsión de los democristianos del Ejecutivo. Con el ‘procés’ ‘in crescendo’ y Unió en solitario, la carrera de Espadaler parecía acabada tras 24 años en política.

Aún protagonizó un exiguo intento de resucitar a su partido de toda la vida. Lideró la lista de Unió en el Parlament en 2015, pero no logró representación pese a obtener 100.000 votos. Unió entraba en liquidación y Espadaler parecía obligado a su adiós político… pero hubo ‘plot twist’. 

Un giro a su trayectoria: del conservadurismo de CiU a las filas socialistas

La excepcionalidad del ‘procés’ fue la excusa perfecta para que Unió —ahora ya con las siglas de su nueva plataforma, Units per Avançar— se aliara con el PSC. En 2017, los democristianos y especialmente Espadaler necesitaban presencia y Miquel Iceta, entonces líder socialista, buscaba atraer al votante moderado exconvergente.

Y lo que se vendió como excepción se convirtió en tradición. Units y PSC renovaron su alianza en 2021 y han repetido en 2024. Manteniendo su ideología democristiana y conservadora, forman parte del grupo socialista, de talante progresista y, por ende, a una notable distancia ideológica. Lo hacen a cambio de una plaza para Espadaler y algunos puestos sin opciones ‘a priori’, como el 29 por Barcelona o el 8 por Tarragona. 

De la confrontación y oposición al socialismo catalán —más aún desde la posición de Unió— a integrarse en la práctica en el partido, Ramon Espadaler encarna la viva imagen del político profesional capaz, como un reptil, de mudar su piel para encajar, por pura supervivencia, en un entorno que, ante todo, le sea favorable.