Imagen del Presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, sentado en su escaño con rostro reflexivo

POLÍTICA

Por qué la estrategia de ERC la llevará sí o sí a la oposición (o a nuevas elecciones)

Las palabras de Pere Aragonès allanan el futuro de Esquerra tras el 12 de mayo, que parece muy lejos de la Generalitat

Pere Aragonès sigue intentando hacer llegar su mensaje a tres semanas de las elecciones. Repite una y otra vez que esto no va de nombres, sino de propuestas, aunque de momento parece todo lo contrario. Es más: consciente del contexto adverso para su partido, dobla su apuesta y asegura que no pactará con el PSC ni será consejero de nadie.

Es evidente que Aragonès juega la misma carta que Carles Puigdemont, la del todo o nada. El president -a mi modo de entender con cierta razón- asegura que tras ostentar el máximo cargo en el Govern no puede ser consejero de otro presidente. No descarta mantener su acta en el Parlament y ejercer de jefe de la oposición, aunque aspira a "tener más mayoría" para seguir liderando la Generalitat.

Es de suponer que ahora mismo Esquerra no puede hacer demasiado más. Quedan poco más de dos semanas para las elecciones y debe repetir su discurso a ver si rasca algo y los otros se equivocan. Sin embargo, parece muy difícil que los republicanos puedan volver a mandar en la Generalitat, ya que se están cerrando casi todas las puertas.

Solo hay tres escenarios posibles en los que ERC pueda mantener el Govern o formar un ejecutivo de coalición. Descartamos la primera, que es que gane las elecciones con comodidad. La segunda es un acuerdo con el PSC, que el mismo Aragonès ha descartado por activa y por pasiva. La tercera significaría volver a un acuerdo con Junts y hacer president a Puigdemont a cambio de algunas consejerías.

Primer plano de Pere Aragonès cabizbajo y con rostro serio

Si nos creemos que las palabras de Esquerra no variarán en un futuro, debemos descartar por completo cualquier acuerdo con Salvador Illa. En una entrevista este martes a El Món aseguraba que no "tienen el mismo horizonte" con el PSC, así como tampoco comparten un "modelo de país".

La única vía para seguir mandando es, pues, un acuerdo con Junts y buscar los votos en la investidura de la CUP. Damos por sentado que será Carles Puigdemont el que quede por delante de Pere Aragonès, de modo que ERC debería votar al de Amer en la investidura. Un acuerdo entre Junts y Esquerra no es imposible, de acuerdo, pero a día de hoy parece improbable.

ERC se encamina hacia la oposición o nuevas elecciones

Partimos de la base que la diferencia entre Puigdemont y Aragonès no será de pocos votos. Si hacemos caso a las encuestas, Junts superará los 32 diputados, mientras que ERC tiene muy difícil no bajar de los 30 y hasta llegar a los 28. Un acuerdo entre los dos significa para los republicanos legitimar Puigdemont, quedar en segundo plano y, lo más importante, pactar con quien no te hablas.

Pere Aragonés en una sesión de control al Gobierno en abril de 2023

Es prácticamente imposible pensar en un pacto entre Esquerra y Junts. Es más, Pere Aragonès es capaz de forzar nuevas elecciones en octubre antes que llegar a un acuerdo con Puigdemont (siempre y cuando Junts y PSC no sumen y se entiendan, claro). El camino de los de Junqueras, pues, solo tiene una dirección con el permiso de la repetición electoral: la oposición.

Descartar un pacto con el PSC y renegar de Aliança Catalana hace que Pere Aragonès solo se pueda entender con Puigdemont. Lo haría, además, en una posición debilitada y sabiendo que él debería de abandonar la política activa, ya que no piensa ser consejero de ningún otro presidente. Si el de Pineda de Mar quiere, pues, seguir liderando Esquerra, solo le queda la oposición o repetir elecciones.

Hay otra posibilidad, que parece una locura: que ERC vote a Carles Puigdemont en la sesión de investidura y le permita gobernar en solitario, mientras lo fiscaliza en la oposición. Significaría regalar el poder a tu adversario y dejar sin trabajo a centenares de cargos de confianza, aunque pueda tener cierto sentido político. Si tú has gobernado con 33 diputados, ¿por qué no se lo permites a los otros?

A partir de aquí, escojan ustedes mismos su propia aventura. ¿Es más probable un acuerdo entre Junts y el PSC? ¿Nos comeremos nuestras palabras y Puigdemont pactará con ERC un nuevo Govern? ¿Esquerra se aferrará a la Generalitat y habrá nuevas elecciones a finales de 2024?

Para ser investido president hacen falta 68 votos favorables en primera vuelta o más votos favorables que negativos en una segunda votación. Hagan sus apuestas.

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