Primer plano de Carles Puigdemont visiblemente preocupado
POLÍTICA

Puigdemont dispara contra indepes, constitucionalistas y monarquía en un solo tuit

El expresident intenta justificarse


Desde que Junts per Catalunya invistió a Pedro Sánchez, el relato ha sido la gran obsesión de sus dirigentes, especialmente Carles Puigdemont. Consciente del coste político, dedica enormes esfuerzos a su justificación. En su último intento, ha disparado contra aquellos que le acusan de cobarde y traidor.

Un mensaje destinado claramente al grueso del independentismo que le llama traidor por haber dado su brazo a torcer en las negociaciones con el PSOE y Sumar. “Cualquiera diría que en lugar de hacer político estamos en un duelo por una cuestión de honor”, afirma. Y lamenta que algunos “asocien pactar con el adversario a un acto de debilidad, de cobardía o de traición”.

Pero además, no deja pasar la oportunidad de cargar contra “la cultura española” donde solo cabe “el orgullo o la humillación”. También dispara contra la monarquía, recordando las visitas del “antiguo Jefe del Estado” a Suiza. Todo en un solo tuit, que demuestra que Carles Puigdemont se siente ahora mismo acorralado.

Mensaje contra sus detractores

El independentismo radical es partidario de implementar el mandato del referéndum del 1 de octubre de 2017, es decir, de la vía unilateral. Hasta hace poco, Junts permanecía fiel a este compromiso. Pero el pacto de investidura con el PSOE cambia las cosas, y ahora los de Puigdemont buscan un referéndum pactado con el Estado, es decir, dentro de la Constitución, que a la práctica supone abandonar la vía unilateral.

Para el independentismo radical, Puigdemont se ha convertido en un traidor a la causa. El expresident, cansado de las acusaciones, carga contra los “hidalgos” para quienes “el pacto no tiene el prestigio social que tiene la testosterona”. Es decir, contra “quienes prometen verter la sangre para salvar la patria”. 

Montaje manifestación independentista y Carles Puigdemont

El expresident pone en valor la tradición pactista de Catalunya con ejemplos como el de Pau Casals y el Sindicat Remença. Un pactismo, por cierto, muy enraizado en el espíritu del pujolismo al que ahora está volviendo el nuevo Junts. Una posición que Puigdemont defiende, pero que para muchos es volver al “peix al cove”.

Crecen los nervios

Que Puigdemont vuelva a acordarse de la monarquía es una muestra de que el expresident se siente acorralado. Carga contra los constitucionalistas, a los que “nunca vi preocupados por el honor de España cada vez que el anterior jefe del Estado iba a Suiza”. Lo cual es, claramente, un dardo contra Juan Carlos I.

PSOE y Junts se han reunido este fin de semana en el primero de los encuentros que los independentistas pusieron como condición para el acuerdo. Socialistas y postconvergentes han tratado temas de carácter técnico y han sentado las bases para futuras conversaciones. Junts entra así de lleno en el terreno de la negociación.

Es por eso que ni siquiera las justificaciones sirven a Puigdemont para librarse de las críticas. “Te preocupa mucho como es España, quien quiere irse de un lugar no se preocupa tanto por cómo es ese lugar, a no ser que en realidad vea opciones de quedarse”, le responde Pilar Carracelas. “Conmovedora la defensa del pacto”, dice irónicamente Toni Soler.

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